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Cuando llegaron al reino y anunciaron el embarazo ante el Rey Daiki , éste no pudo disimular su asombro.—Trillizos... ¿Cómo es posible?
—Es que Katsuki y yo pusimos mucho empeño en nuestro cometido.
El dom de cabellos azabaches puso mala cara ante el comentario de su hijo mas no dijo nada con el fin de evitar una discusión entre ellos.
Eijirou también fue consciente de la expresión de su padre y procedió a hacerle la siguiente pregunta:
—¿Cuándo anunciaremos el embarazo de Mi Marnarak?
—Cuando esté de cinco meses y podamos saber el sexo de los bebés.—Es por precaución, ya que los primeros meses pueden haber un aborto espontáneo.
—Está bien, padre.
—Yo también estoy de acuerdo, es mejor esperar.—Es más seguro para los bebés y para mí.
—Además, limitaremos las apariciones públicas de Katsuki para evitar que aquellos que son enemigos de nuestra familia atenten contra él.—Aseguró el rey.
—Vaya, parece que tus futuros nietos te importan a pesar de que te parezcan una aberración.—Dijo el sub.
—No, ellos no me parecen una aberración, sino el hecho de que un hombre esté embarazado.
—Me importa una mierda lo que te parezca natural o antinatural, pero a mis hijos los vas a respetar sí o sí. Pues de lo contrario, abandonaré este castillo con ellos para volver a mi antiguo reino.
Al oír eso, Eijirou se alteró.
—¡Katsuki! ¡No digas algo así ni de broma!—¡Jamás te alejes de mí!
El rubio cenizo, debido a su naturaleza sub, se quedó paralizado por la regañina de su amado.
—E-está bien, lo siento.—Dijo temblando un poco.
El de dientes afilados fue consciente de que su amado sentía miedo. Que era vulnerable y eso hizo que se sintiera culpable.
"¡Oh, no! ¡Esto no puede ser bueno!"—Pensó el pelirrojo.
Entonces abrazó a su marido y se disculpó.
—Lo siento, Mi Katsuki. No quería gritarte, perdóname. Me alteré demasiado ante la posibilidad de que te fueras de mi lado.
Ese gesto calmó al rubio cenizo, el cual aceptó sus disculpas.
—Está bien, Ei.—No debí decir eso.—Dijo abrazándolo.
Él sabía que la mínima posibilidad de que se marchase dejándolo atrás, provocaban ansiedad en su esposo pero lo había dicho sin pensar, simplemente su comentario fue fruto de la rabia que le provocaba su suegro.
—No pasa nada pero no vuelvas a decir algo así, no quisiera despertarme y que no estuvieras a mi lado. Te amo, nunca lo olvides.
—Ni por un segundo, Mi lagartija.—Respondió para después darle un beso en la mejilla.
Su dom se calmó y pudieron tratar otros asuntos con sus suegros.
—¿Habéis decidido los nombres definitivos?—Preguntó Daiki.
—Eijirou y yo tenemos algunos pensados pero no sabremos si serán esos.—Creo que tomaremos una decisión definitiva cuando los tenga en mis brazos.—Dijo sonriendo y mirando a su esposo.
El híbrido de dragón captó el mensaje y le correspondió con una sonrisa.
—Es una gran idea, Mi Katsuki.
Seguidamente, los criados fueron advertidos de que no debían filtrar la información de que Katsuki estaba embarazado, pues si lo hacían; serían empalados mientras ardían y sus familiares sufrirían el mismo destino.
Obviamente aquella advertencia fue más que suficiente para disuadir a los empleados de expandir cualquier rumor.
—¡Qué fastidio!—Podría ganar más dinero para mis padres si pudiera filtrar la información del embarazo del Príncipe Katsuki. No entiendo por qué lo protegen tanto, él puede defenderse perfectamente.—Comentó mientras fregaba uno de los pasillos junto a Tsuyu.
Asui se puso nerviosa al escuchar a su amiga hablar así.
—¡Ochako-chan!—No digas eso, por favor. Si te escuchan, podrían matarte. Así que cuida tus palabras.
—Lo sé pero, entiéndeme. Necesito mucho más dinero.
La de cabello verde miró con sorpresa a Uraraka y dijo:
—¿En serio no te basta?—Aquí pagan bastante, ¿acaso no administras bien el dinero?—Porque yo con lo que gano puedo mantener a mis hermanos menores y pagar las deudas.
—¡Es que son muchas deudas!—A parte, también necesito para mí, ¿sabes?
—Sí que tenéis deudas...—Sin embargo, ¿tus padres no pueden pedir un aumento de sueldo a cambio de horas extra?
Ochako negó y dijo:
—Mi padre no puede trabajar más horas y mi madre no aguanta demasiado porque su trabajo es muy duro.—Creo que voy a tener que prostituirme por las noches.
—No, no hagas eso, ribbit.—Yo creo que podrías intentar hablar con su majestad el Rey Daiki para llegar a un acuerdo. A lo mejor te permite hacer algunas tareas extra a cambio de subirte el sueldo.
La de cabello castaño no parecía muy convencida, pues no creía que el rey le fuera a hacer caso.
—Me lo pensaré pero no estoy muy segura de que su majestad vaya a estar de acuerdo.
—Tú propónselo, no pierdes nada.
—Claro, nada. Sólo mi trabajo.
—Ya verás como no.
—¿Cómo sabes que no?
—Porque su majestad está de buen humor al saber que tendrá nietos. Aprovecha eso.
—Está bien, está bien. Lo haré.
Tenía miedo mas debía intentarlo por sus padres.
***
Katsuki fue a toda prisa a su habitación para escribirle a sus padres, pues quería decirles que iban a ser abuelos.
"Voy a escribirles en cuanto llegue al dormitorio."
Iba casi corriendo y Hiroko se preocupó.
—No deberías ir tan rápido, recuerda que estás embarazado. Debes tener cuidado, no solamente por ti; sino por tus hijos.
—Tengo cuidado, además no voy tan deprisa ni me voy a caer.
La pelirroja miró a su yerno dubitativa y dijo:
—Voy a acompañarte porque realmente me preocupa que puedas hacerte daño.
A Katsuki no le hacía mucha gracia pero aceptó.
—Tks, está bien.
La reina acompañó al príncipe hasta el dormitorio marital y le preguntó:
—¿Y qué es lo que tenías tanta prisa en venir aquí?
—Quiero comunicarles a mis padres que serán abuelos, ¿acaso no puedo?
—Claro que sí pero diles que no pueden decir nada hasta que estés de cinco meses.
—Lo sé, adiós.
—Adiós, Katsuki.
El rubio cenizo se metió en la habitación y Hiroko fue a buscar a su fiel amante.
***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!¡Espero que os haya gustado!
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Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)
FanfictionDurante generaciones, hubo tensión entra dos Familias Reales: Los Kirishima (Que eran híbridos de dragón) y los Bakugou (Cazadores de dragones). En ambas habían tenido mayoritariamente Doms y por ello no pudo ser posible una tregua, sin embargo, tod...