Capítulo 99.

308 52 30
                                    

***

Itsuka se quedó paralizada por lo que tardó en responderle mas, cuando pudo, se apresuró a decir:

—¡N-no! ¡Claro que no!—¡Jamás me atrevería a hacerle algo así a su majestad!

—Mientes y la razón es que le has preparado un té distinto al del resto. Eso es muy sospechoso.

La criada se quedó muda, no esperaba que el príncipe Eijirou tuviera la inteligencia suficiente para darse cuenta.

—Eso es porque pensé que le iría bien para el embarazo.

—Ya, seguro.Y ahora dirás que no sabías que era abortiva cuando todo el personal de cocina estaba avisado de esto.

Kendou estaba perdida y lo único que le quedaba era disculparse como último recurso.

Así que se postró contra el suelo para decir:

—Perdone mi error su majestad, yo era ignorante de esa información. Le ruego que se apiade de mí.

Tras sus palabras se hizo un breve silencio hasta que el pelirrojo dió su dictamen:

—No te concedo el perdón y vas a ser ejecutada inmediatamente.

Ella se tensó e intentó huir mas los guardias fueron más rápidos y la apresaron.

—¡No! ¡No me maten!—¡No moriré a manos de los traidores del pueblo!

Todos la miraron y supieron que pertenecía a algún grupo antimonárquico.

—¿A qué grupo antimonárquico perteneces?—Cuestionó Daiki.

—¡A ninguno!

—Mentira y nos lo vas a decir si no quieres que tu familia sea torturada hasta la muerte.—Dijo el rey.

—Jajaja. No tengo familia y me da igual ser torturada, no traicionaré a mi gente.

—En ese caso, serás obligada a ingerir el suero de la verdad.—Dijo el rey Daiki haciendo una señal para que le trajeran el brebaje lo más pronto posible.

—¡No! ¡No beberé nada!—Gritó la de cabello anaranjado tratando de liberarse.

Katsuki se enfureció y quiso ir hacia la dom para obligarla a beber del suero pero su esposo se lo impidió.

—Mi Marnarak, no quiero que te acerques a ella.

—¿Por qué?—Ella no es rival para mí.

—No es porque ella sea más o memos débil, sino por el hecho de que la veo capaz de darte una patada en el vientre para que abortes.

—Entiendo... Entonces ve tú.

—Sí, Mi Katsuki. Haré que esa zorra beba hasta la última gota de suero de la verdad.—Dijo levantándose de la besa para ir hacia la chica.

Él se acercó a ella mirándola con un odio intenso.

—¡Nadie logrará que me beba eso!—Gritó Itsuka.

El híbrido de dragón no se molestó en responderle y simplemente agarró el pequeño bote de suero para luego abrirle la boca a la otra de manera forzada.

"¡Duele! ¡Dueleee!"—Pensó Itsuka paralizada por la fuerza de los guardias.

—No importa lo que hagas, vas a beberlo.—Dijo Eijirou poniéndole el bote en la boca para hacerle tragar hasta la última gota.

Kendou acabó ingiriendo todo el contenido del bote y comenzó el interrogatorio.

—¿Cómo se llama el grupo al que perteneces?

—El Amanecer Dorado.

—¿Dónde está ubicado el lugar en el que se celebran las reuniones?

—En una casa abandonada situada en las afueras de la ciudad, concretamente cerca de un antiguo granero que es de color azul.

Al decir el color del granero, supieron donde se encontraba la casa.

—Dime los nombres de los líderes principales.—Exigió el híbrido de dragón.

Itsuka comenzó a decir nombres, los cuales fueron apuntados por uno de los mayordomos.

—Ya tenemos la información que queríamos, pueden proceder a torturarla hasta la muerte.—Dijo Eijirou.

—De acuerdo, ¿alguna forma especial que su majestad tenga en mente?—Dijo uno de los guardias.

—Sí, quemarla lo suficiente como para causarle heridas graves pero sin llegar a matarla, luego sumergirla en agua hirviendo por un tiempo y, finalmente, atarla a un poste de madera fuera del castillo embadurnada en basura para atraer a todo tipo de animales para que la devoren viva. Además que siempre haya alguien vigilando para evitar que escape o alguien le ayude hacerlo.

—Entendido, su majestad.

Itsuka estaba muerta de miedo cuando escuchó lo que iban a hacerle y gritó y suplicó como nunca pero todo ello fue en vano.

No tenía salvación.

***

Después de que los guardias se llevasen a Kendou, la tensión perduró en el ambiente.

—No puedo creer que se nos haya colado esa rata infecta, ¡¿qué clase de controles hay en el castillo para contratar al personal, padre?!—Le recriminó Eijirou a Daiki.

El dom de cabello negro no iba a permitir que su hijo le hablase de aquella forma.

—¡Si no te parecen bien mis métodos, hazlo por tí mismo!

—¡Pues eso haré!

Katsuki estaba demasiado impresionado como para decir algo, pues no era usual ver tan enfadado al pelirrojo.

"Qué carácter."—Pensó mirando con admiración al de dientes afilados.

Sin embargo, esa confrontación entre padre e hijo; fue disipada por Hiroko.

—Por favor, tenéis que calmaros.—Recordad que Katsuki está embarazado y no debe estresarse.

Ambos desistieron en su discusión y se alejaron el uno del otro para evitar avivar la tensión.

"Tengo que asegurarme de que Katsuki esté bien."

El pelirrojo se acercó al sub y le preguntó:

—¿Estás bien, Katsu? ¿Te has sentido muy estresado?

—No, tranquilo. Estoy perfectamente.

—Menos mal...—Suspiró el dom.—¿Quieres que te prepare un té nuevo, Mi Marnarak?

—Sí, por favor.

—Bien. Vuelvo enseguida.—Dijo el dom más joven dirigiéndose a la cocina tras darle un tierno beso a su par.

Katsuki permaneció en el comedor junto con sus padres y sus suegros hasta que Eijirou volvió con el té para continuar el desayuno.

—Eijirou, quiero ir al dormitorio con mi madre para relajarme y pasar un tiempo con ella. Tú puedes quedarte con tu padre y el mío

—¿Seguro? ¿No te importa?

—No, estaré bien.—Mi madre me hará compañía después de todo.

—Tienes razón, allí estarás más tranquilo.—Hasta luego, Mi Katsuki.

—Hasta luego, Mi Marnarak.

Se dieron un tierno beso y después se separaron para ir cada uno por su lado. Estando lejos el uno del otro durante un par de horas, pues Eijirou tenía que atender unos asuntos en presencia de su padre y de su suegro.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!






Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora