Capítulo 61.

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Siguieron con su reunión familiar y Masaru quiso preguntarle a su yerno:

—Eijirou, ¿podrías contarme cómo te enamoraste de Katsuki?

—Bueno, la verdad... Voy a ser sincero: Al principio lo odiaba por los prejuicios que tenía contra su dinastía.—Admitió avergonzado.

—No te culpo. El pasado entre nuestros reinos ha sido turbulento por muchos años.

—Sí, supongo que hubo mala publicidad por ambas partes.

Mitsuki notó la tensión y decidió intervenir.

—Eso es cosa del pasado, ahora las cosas han cambiado, así que no tienes de qué preocuparte.—Pero, por favor; continúa hablando de tu historia de amor con mi hijo.—Dijo sonriéndole amistosamente.

El híbrido de dragón también sonrió y siguió hablando.

—Como iba diciendo, Katsuki y yo no nos llevábamos bien al principio porque teníamos mal concepto el uno del otro. Incluso le aseguré que íbamos a tener vidas separadas pero cambié de idea conforme fui interactuando con él y pude ver lo maravilloso que es.—Dijo sonriéndole tiernamente a su esposo.

El matrimonio Bakugou se miró con complicidad, sonriendo al ver que su hijo se había casado con un hombre que lo amaba.

—Me alegra que Katsuki y tú podáis estar disfrutando de un matrimonio sano y bien avenido.—Comentó la dom satisfecha por lo que estaba percibiendo de los jóvenes esposos.

—Yo también.

Siguieron con la conversación y Masaru quiso saber más de su relación.

—¿Algo más que nos quieras contar?

—Pues... Yo... Quiero tener hijos con Katsuki.

Los padres y hasta su sub, se sorprendieron al escuchar eso, aunque no por las mismas razones.

"¿Por qué este idiota dice algo así de la nada? Ni siquiera es seguro."

—¿Qué sucede? ¿Dije algo malo?—Preguntó el dom confundido.

"Menudo idiota tengo por marido."

—Eres todo un idiota, Ei.

El híbrido de dragón se volteó para mirar a su amado y le preguntó:

—¿Por qué?

El rubio cenizo suspiró y le contestó:

—No puedo creer que tenga que explicártelo pero bueno, lo haré: No es seguro que podamos tener hijos en un futuro, así que es preferible que no manifiestes ese deseo siendo los dos hombres. Es raro.

—Oh, bueno. Supongo que tendría que explicar por qué lo digo.—Dijo el de dientes afilados.

—Sí, por favor. Mi marido y yo queremos saber a qué te refieres.

—De acuerdo.

Entonces les contó sobre sus intenciones de encontrar una bruja que los ayudase a tener descendencia que estuviera biológicamente vinculada a ellos.

—¡Me parece una idea estupenda!—Exclamó la dom.—¡Quiero nietos!

—Sí, estaría bien poder tener nietos. Ojalá que lo podáis conseguir.

El pelirrojo sonrió al ver que sus suegros parecían encantados con la idea.

—Yo también lo espero porque realmente quiero tener hijos y la única persona con la que estoy dispuesto a tenerlos es Katsuki.

El sub se ruborizó por el comentario del híbrido de dragón y su corazón se aceleró.

—Ese es mi deseo pero, ¿tú qué piensas, Katsuki? ¿Estarías dispuesto a someterte a un hechizo que haga posible que podamos tener hijos?

Katsuki lo miró fijamente y le respondió:

—Por supuesto. ¿Por qué no iba a querer tener hijos con el mejor hombre de este puto mundo?

Las palabras del sub lo conmovieron y no pudo aguantarse las ganas de darle un beso.

—¡Gracias, Katsuki! ¡Te quiero!—Exclamó abrazándolo.

Una vez más, sus suegros se enternecieron con su comportamiento. 

"¡Este chico es un ángel! Me cuesta creer que sea el hijo de Daiki."—Pensó Mitsuki.

Segundos más tarde, tanto Masaru como Mitsuki decidieron mostrarle el resto del castillo y su ciudad a su yerno.

—Tenemos mucho que mostrarte, pero primero comenzaremos con nuestro castillo; ¿te parece bien, Eijirou?—Cuestionó la madre de Katsuki.

—Sí, me encantaría. Quiero conocer el lugar en el que mi lindo marido se crió.

—Eres un jodido cursi.

—Sí, pero sólo contigo~—Dijo guiñándole un ojo de forma coqueta.

Tras su momento de coqueteo, los adultos los acompañaron a un recorrido guiado por el castillo.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora