Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)

Capítulo 45.

***
Katsuki tensó su cuerpo para oponer resistencia contra Akemi y eso enfadaba al dom.

—¡No te resistas!—¡De rodillas!

En ese instante, las piernas del sub comenzaron a flaquear.

—¡Hijo de puta! ¡Déjame!

—¡No!—¡Vas a ser mío!

—¡Vete a la mierda!

Entonces el de cabello castaño hizo el comando mirada para intimidarlo y el contrario se sintió intimidado, lo que dio lugar a que comenzase a ceder.

"Mierda, mierda. ¡Y todo por ser un sub!"

El primo de Eijirou sonrió satisfecho y aprovechó para acercar a Katsuki hacia su cuerpo.

"Al fin podré conseguir hacerlo mío."

Sin embargo; cuando estaba a punto de lograr besarlo, su primo apareció.

—¡Akemi!-¡¿Qué le estás haciendo a Mi Marnarak?!—Gritó el híbrido de dragón corriendo hacia ellos.

—¿Qué hago?—Hacerlo Mi Sub.

Al oír esa declaración, el pelirrojo se enfureció y golpeó a Akemi.

—¡Idiota!—¡¿No sabes que no puedes tocar lo que es mío?!—¡Arrodíllate como el dom defectuoso que eres!

Akemi sucumbió, ya que, como dom; era inferior a Eijirou.

—¡Ahora pídenos perdón!

-¡Lo siento! ¡Lo siento!

El de dientes afilados dejó de atenderle y fue por su marido.

—Katsuki, ¿estás bien, Mi Marnarak?—Preguntó agachándose junto al rubio cenizo, acariciándole el rostro.

—Sí, no te preocupes.—Es mi culpa por ser un sub y no poder controlar mis instintos.

—No, no es tu culpa.—Antes pensaba que ser un sub era lo más bajo y que era una desgracia pero ahora, al haberte conocido, sé que no. Así que no te disculpes por tu naturaleza, porque no tiene nada de malo.—Le dijo sonriéndole con ternura.

Katsuki le sonrió de vuelta y le respondió:

—Gracias, Ei. Te quiero.

—Y yo a ti.

Se dieron un tierno beso y el rubio cenizo se levantó, ayudado por su esposo.

—Volvamos con la familia, Katsuki.

—Sí.

Seguidamente, los dos se alejaron, dejando a Akemi solo y humillado.

—¡Aaaah! ¡¿Por qué?!—¡¿Por qué tuve que caer en su hechizo?!—Gritó golpeando el suelo con sus puños.

Estaba anímicamente destrozado, pues no sólo había sido claramente rechazado, sino que también se había llevado una decepción amorosa.

***
Por el camino de vuelta, se toparon con varios guardias y Eijirou les explicó la situación.

—Vayan a buscarlo.

—¡Sí, Príncipe Eijirou!—Dijeron para luego alejarse para buscar a Akemi.

El joven matrimonio siguió su recorrido hasta que se reunieron con su familia de nuevo.

—¡¿Dónde os habíais metido?!—Cuestionó Daiki.—¡Estábamos preocupados!

—Padre, antes de enfadarte con nosotros, quiero explicarte qué ha sucedido.

—Bien. Soy todo oídos.

Entonces el pelirrojo, apoyado por su marido; les contó que su primo había intentado abusar de su amado en un callejón y, para colmo, lo había desafiado.

Toda la familia se indignó por el comportamiento de Akemi y su padre aseguró:

—Lamento mucho el comportamiento de Akemi, él va a recibir su castigo en cuanto los guardias lo traigan de vuelta.

—No te preocupes, tío Haru.—No es culpa tuya, es Akemi el que tiene que hacerse cargo de sus actos.

—Lo sé, lo sé.—Él siempre ha sido un chico difícil de tratar.

—Es cierto pero debe aprender cuál es su lugar y se lo demostraré cuando volvamos a casa.

La familia no dijo nada más y decidieron seguir con el paseo, pues sabían que a Akemi no le pasaría nada.

***

Cuando volvieron, Akemi fue llevado a la sala de castigo, lugar en el que Eijirou también había sufrido uno hacía no demasiado.

Katsuki decidió quejarse en el jardín, mientras que su marido decidió asistir al castigo de su primo.

"Ese idiota se ha propuesto joder hasta el último día. Que se vaya de una maldita vez."

Al principio paseaba tranquilamente por el lugar hasta que escuchó la voz de Hana.

—¡Katsukiiiiiiiiii!

"La que faltaba."—Pensó con fastidio y girándose para mirar a la sub que corría hacia él.

—¡Katsuki! ¡Katsuki!

—¿Qué quieres?

—Quiero que juguemos.

—Pues juega con Kaori.

—Ella ha dicho que está cansada y que no quiere jugar.

—No es mi problema.—Contestó con la intención de irse.

A pesar de haber rechazado su oferta; Hana no desistió.

—¡Por favor! ¡Hoy es mi último día aquí!

Viendo que no iba a desistir, el rubio cenizo no tuvo otra que aceptar.

—Tks, está bien.

—¡Sí! ¡Gracias!

La chica lo tomó de la mano y se lo llevó con ella para jugar un rato.

"Creo que me arrepentiré de esto."—Pensó Katsuki dejándose llevar.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!