Capítulo 25.

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***
Inmediatamente emprendieron su viaje de vuelta, así que subieron al barco. Katsuki quería ir al camarote, sin embargo; al ver que Eijirou también se dirigía a ese lugar, se dio media vuelta para intentar alejarse.

—¿No ibas a nuestro camarote, Katsuki?

—Cambié de opinión.

El pelirrojo lo miró y respondió:

—¿Qué pasa? ¿No quieres estar conmigo?

El rubio cenizo dejó de caminar y le respondió:

—Y si digo que sí, ¿qué?—¿Me vas a castigar o qué?

El de dientes afilados se sintió un poco triste mas comprendía la actitud del sub, ya que él lo había rechazado desde el principio.

—No, no haré nada de eso.—Ve tú al camarote, yo estaré fuera.—Respondió fríamente.

Katsuki no dijo nada y fue al camarote, ya que su esposo estaría en la cubierta del barco.

"Qué raro está el medio lagartija, ¿tendrá alguna enfermedad?"—Pensó de camino al camarote.

Por otra parte, el dom se apoyó en la barandilla de madera del barco para observar el mar y reflexionar.

"Tengo que hacer que Katsuki se enamore de mí y que quiera estar conmigo. Ojalá mi madre pueda ayudarme cuando volvamos.

***

Cuando pasaron los días y llegaron de nuevo al Reino de los Kirishima, el matrimonio fue bien recibido. Los reyes Kirishima quisieron conversar con su hijo sobre la estancia en el Reino de los Todoroki y Eijirou les contó todo. 

Su padre montó en cólera cuando se enteró de que el Rey Enji los había expulsado por su culpa y por la del sub.

—¡Eres un estúpido, Eijirou!—¡¿Cómo es posible que le des voz a ese sub?!

Hiroko, su madre, trató de calmar a su marido.

—Querido, cálmate.—Seguro que ese incidente no repercutirá tanto.

El rey la miró y le respondió:

—¡Silencio!—¡Tú no sabes nada de política!

—Tal vez pero...

—¡Pero nada!—¡Tenemos un hijo tonto!

Su esposa iba a replicarle, sin embargo, Eijirou dijo:

—¡Katsuki no tuvo la culpa!—¡Él mostró dignidad! ¡No es un sub cualquiera!—Además, no hubiera sido bueno para la reputación de la familia que yo me hubiera dejado pisotear; ¿no crees?

Su padre no supo qué contraargumentar ante la contestación de su hijo y solamente alcanzó a decir:

—¡Guardias!—¡Llevad al príncipe a la sala de la disciplina!

—¡Sí, Su Majestad!—Respondieron dos de ellos para acercarse al joven príncipe, quien no se quejó y aceptó su castigo.

Los reyes se quedaron solos y la reina habló:

—Querido, ¿no crees que has sido demasiado duro con él?

En respuesta obtuvo una mirada molesta por parte del rey acompañada de las siguientes palabras:

—Eres una estúpida, se nota que nuestro hijo ha heredado eso de ti.—Eijirou necesita disciplina y saber comportarse en sociedad, no podemos perder aliados.

Hiroko apretó los puños y dijo:

—Sí, supongo que así debe ser.—Ahora, me retiro.

El dom asintió y continuó con sus tareas como rey mientras ella se iba a buscar a Shinsou, su amante.

"Este hombre cada vez está peor. Necesito ver a Hitoshi."

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora