Capítulo 67.

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***
Ya en el carruaje, Katsuki aprovechó un momento de distracción por parte del pelirrojo para levantarse y dirigirse hacia éste para sentarse sobre él con las piernas a horcajadas.

Cuando el híbrido de dragón notó un peso extra en sus piernas se volteó para ver a su querido esposo con cara de deseo.

—Katsuki...

—Ei, bésame.

El dom no se hizo de rogar e inició un beso apasionado con el sub.

"Adoro besar a Mi Marnarak, sus labios son tan suaves."

Se besaron durante un par de minutos hasta que tuvieron que separarse.

—Katsuki, será mejor que paremos esto ahora. No creo que sea cómodo hacer el amor aquí.—Dijo incómodo debido a la notoria erección que se podía observar en sus pantalones.

"Está excitado sólo con un beso, parece un virgen."

—Me parece bien, pero tu erección se nota mucho. Deja que te ayude.—Dijo lamiéndose los labios para que entendiera a qué se refería.

—Pe-pero... ¿Y si alguien se da cuenta?

—Nadie se dará cuenta, además; haré que te corras enseguida.

Eijirou miró por la ventana y, al notar que solamente se veía vegetación, respondió:

—Está bien, de rodillas.

El rubio cenizo se puso de rodillas y gateó hasta encontrarse cerca de la entrepierna de su marido para, rápidamente; desabrocharle el pantalón y abrirle la bragueta.

Entonces sujetó la virilidad del dom con su mano derecha y empezó a lamerla.

—Ah... Katsuki...

Apenas comenzaba y los gemidos del chico de dientes afilados ya se hacían presentes.

"Qué fácil es calentarlo, me gusta tenerlo así para mí."

—Aah, sigue así. No pares.—Dijo poniendo una mano sobre la cabeza de Katsuki.

Katsuki alzó la mirada, pudiendo observar el rostro ruborizado y deseoso de su esposo.

"Esa cara sólo la puedo ver yo. Eijirou es mío, de nadie más."—Pensó introduciéndose el pene del pelirrojo en su boca para succionarlo, dándole así un mayor placer al dom.

—Aah... Katsuki~

"Mierda. Está excitando este medio lagartija."—Pensó acelerando el ritmo con el que movía su cabeza.

—Ah, sí... E-estoy a punto.

Sabiendo que su amado estaba a nada de venirse, continúo hasta que acabó.

—Je. Estabas desesperado, ¿eh?—Dijo levantándose del suelo.

—Un poco, aunque la verdad es que todavía tengo ganas de follarte. Esto no ha sido suficiente.

Katsuki sonrió y dijo:

—Lo sé, pero tranquilo, creo que estamos llegando ya al castillo.

El híbrido de dragón miró por la ventana y comprobó que tan sólo quedaban unos pocos metros para llegar al castillo.

***
Finalmente se encontraban en el castillo y avisaron de que se iban a retirar a los aposentos de Katsuki mientras se terminaba de preparar la comida.

Cuando estuvieron dentro del dormitorio, el dom besó apasionadamente a su sub.

—Eijirou... Házmelo ya, estoy desesperado. Llevamos mucho tiempo sin...

Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora