Capítulo 54.

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***
Eijirou volvió a la batalla a ayudar a vencer a los enemigos. Decidió convertirse en dragón, ya que había bastantes cadáveres sobre el suelo.

"¿Toda esta masacre en unos minutos?"-Pensó sorprendido al ver el desalentador panorama.

Su padre se estaba enfrentando a bastantes hombres a la vez, así que decidió ir a donde él se encontraba.

-¡Padre!

Daiki se volteó por un segundo y luego volvió a pelearse mientras le preguntaba a su hijo:

-¡Ya era hora!-¡¿Dónde te habías metido?!

-Perdona, padre.-Es que tuve que socorrer a Mi Marnarak.-Dijo poniéndose contra la espalda de su padre, habiendo vuelto a su forma humana.

-Siempre tiene que ver con él. Creo que no debí casarte con ese sub.-Dijo molesto.

-Padre, no empieces.

-Está bien, está bien.

Al principio habían estado luchando con su forma humana, porque les preocupaba que el fuego pudiera extenderse a la ciudad. Sin embargo, no cesaban de aparecer soldados.

-¡Padre, no hay otra salida!

Daiki suspiró y respondió:

-De acuerdo.

El rey no tuvo más remedio que ordenar a los soldados que quedaban vivos a que tomaran su forma de dragón.

Se les advirtió que tuvieran cuidado con las tiendas en la que se encontraban los médicos y los heridos.

A continuación, se elevaron en el cielo y todos juntos comenzaron a quemar a los enemigos; los cuales no pudieron escapar de su destino.

Los Kirishima y su ejército habían ganado.

***
Al final, acabaron tan cansados que la mayoría se desmayó y tuvieron que ser llevados a las tiendas de atención médica por los que aún se mantenían en pie.

El rubio cenizo vio a su esposo, con aspecto cansado; acercarse a él.

-¡Eijirou, lo hiciste!

El pelirrojo sonrió y le contestó:

-Sí... Lo hicimos...

Y, tras decirlo, cayó desplomado en la camilla por el cansancio y estrés que la batalla le había producido.

-¡Príncipe Eijirou!-Exclamó uno de los médicos acercándose a socorrerlo.

Sin embargo, el médico fue frenado por el sub.

-No se te lo lleves, atiéndele aquí.-Le dijo Katsuki con tono autoritario.

El médico que, a pesar de ser un dom; percibía un aura poderosa y dominante por parte del joven, no pudo negarse.

-De acuerdo.

Seguidamente, colocó a Eijirou boca arriba cuidadosamente y lo examinó.

-Su marido parece tener algunas heridas pero nada grave, simplemente se ha desmayado por el cansancio.

Katsuki sonrió con orgullo y comentó:

-Tal y como esperaba de Mi marnarak.-Ahora deje que descanse aquí conmigo, ¿puede dejarnos solos?

-Sí, claro. Sólo avise si necesita algo.

-Lo haré.

El adulto de retiró y el sub pudo darle un tierno beso a su dom para después descansar junto a él.

-Lo hiciste muy bien, Ei.-Estoy orgulloso de ti.-Dijo en voz baja para luego abrazarse a él.

***

Dos días después, Eijirou y Katsuki asistieron a una ceremonia en la que iba a concederle una medalla por haber demostrado su valentía y destreza en batalla. Después habría una fiesta con bailes y comida durante el resto del día.

-¡Estoy tan emocionado!-Exclamó el pelirrojo terminando de vestirse para la ceremonia en el dormitorio matrimonial junto a su esposo.-¿Tú no lo estás?

El sub le sonrió y le respondió:

-¡Obvio, idiota!-¡¿Cómo no iba a estarlo?! ¡Mi dom es el mejor!

El híbrido de dragón se emocionó y abrazó a su marido.

-¡Gracias, Mi Katsuki!-Aunque pienso que también deberían darte una medalla a ti, ¡entrenaste mucho para la batalla!

-Y, aún así, fui patéticamente apuñalado.

-¡Nada de eso!-¡Tú protegiste a aquel soldado de una muerte segura!

-Sí, pero no fui tan útil como debí haber sido.

-¡No digas eso, Katsuki! ¡Eres genial!

El rubio cenizo soltó un suspiro y dijo:

-Está bien, está bien.-Ahora vamos a terminar de vestirnos. ¡No podemos llegar tarde a tu propia ceremonia!

-¡Sí!

En cuestión de unos pocos minutos estuvieron listos y marcharon al gran salón de ceremonias del palacio para iniciar el evento.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora