Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)

Capítulo 37.

***
Los cinco carruajes pararon y salieron  cuatro familiares de cada uno. En el primero iban los abuelos su otro hijo y la esposa de éste, en el segundo iban tíos de su madre, en el tercero iban sus sobrinos, en el cuarto primos y en el quinto más sobrinos.

Katsuki se quedó asombrado por tanta gente.

"¿Acaso en esta familia lo hacen como conejos?"

Entonces todos se acercaron para saludarse, siendo el rubio cenizo el que llamaba la atención por ser el nuevo.

Los abuelos fueron los primeros en acercarse.

La primera en presentarse fue la abuela, la cual poseía un rostro afable y transmitía un aura de bondad.

—Buenos días, querido. Soy Ame Ogawa, la abuela de Eijirou. —Tú debes ser el esposo de mi nieto, ¿no es así?

—Sí, me llamo Katsuki. Un gusto conocerla.—Se presentó haciendo una reverencia.

Ella sonrió y pensó:

"Parece un jovencito educado, eso es bueno."

—Este es Naoko, mi esposo.

El sub miró al abuelo y se encontró con un hombre robusto y de expresión seria. Su presencia era algo intimidante.

—Buenos días, encantado de conocerle.—Dijo Katsuki presentándose.

El abuelo permaneció quieto observando al joven, como si lo estuviera analizando.

"¿Por qué este maldito viejo no dice nada?"

Él se iba a retirar cuando aquel dom habló.

—He oído hablar sobre ti, dicen que has estado en varias batallas a pesar de ser tan joven.

—Sí, así es.—Ganamos en todas las que participé.—Dijo con orgullo.

—Eso escuché, es impresionante.—Has de tener un talento innato para la batalla.

—Lo tengo, yo era el mejor guerrero de todos.

Naoko sonrió de nuevo y respondió:

—Me alegra que formes parte de la familia, pareces un muchacho excepcional.—Podrías enseñarle a mi nieto cómo manejarse en batalla para cuando le llegue el momento de ir a una.

—¡Abuelo, yo sé pelear!

—¡Pero eso se demuestra en batalla, no con soldados que se dejarán vencer fácilmente por ti para no hacerte quedar mal frente a los demás!

—¡Ellos no hacen eso!

Siguieron discutiendo y, el resto de familiares, se presentaron ante él.

Todo fue bien hasta que se acercaron varias primas de su esposo, una de las cuales tenía 17 años y la otra 15.

—¡Hola! ¡Yo soy Hana, prima de Eijirou; encantada de conocerte!—Dijo con entusiasmo la más mayor agarrando sus manos.

—Yo soy Katsuki, encantado de conocerte.—Dijo un poco incómodo por la cercanía de la chica.

—¡Eres muy guapo y pareces ser fuerte!—¿Realmente eres un sub?

—Tks, sí. ¡¿Y qué con eso?!—Exclamó apartándola de él.

—¡L-lo siento!—No quería incomodarte. Perdóname.—Dijo tomando una mano del rubio cenizo para besarla.

Y ese gesto fue lo peor que pudo hacer, pues su primo apareció furioso frente a ellos.

—¡Hana! ¡No toques a mi esposo!—Gritó apartándola bruscamente.

La sub se asustó y pidió disculpas.

—Disculpas aceptadas pero que no se vuelva a repetir.

—S-sí.

Su prima se alejó y la más joven se presentó.

—Ho-hola, mi nombre es Kaori. Encantada de conocerte.—Dijo tímidamente.

—Encantado.

La dom hizo una reverencia y se retiró.

—¿Te pusiste celoso por tu prima?

—Sí, ella estaba demasiado cerca de ti.

Katsuki suspiró.

—Eres un verdadero idiota, ¿cierto?

—¿Eh? ¿Por qué?

—Porque ya sabes que me gustas, te lo dije y te lo he demostrado.

—Sí, pero antes te ibas con esa.

—Porque no me gustabas.—Además, es tu prima y para mí tu familia es mi familia.

Eijirou se emocionó al comprobar hasta qué punto había mejorado su relación con Katsuki.

—¿Te ha quedado claro, Mi largatija?—Dijo acercándose para abrazarle por detrás de los hombros.

—¿Mi lagartija?

—Sí, Mi lagartija. Sólo mía.—Dijo acercando sus labios a los de su esposo, el cual aceptó el beso.

Se besaron durante unos segundos y luego se separaron, pues quedaban algunos familiares por ser presentados, los cuales fueron rápidos y escuetos, ya que si tuvieran que hacerlo con todo el protocolo, les llevaría demasiado tiempo.

El sub no tuvo problemas con ninguno, aunque uno primo de Eijirou que se llamaba Akemi, se quedó mirándolo con una expresión de desconfianza. Pero Katsuki no le dio mayor importancia.

—Ya que toda la familia de Hiroko se ha presentado, entremos al palacio para conversar cómodamente.—Dijo Daiki.

Todos asintieron y entraron en orden. Durante el trayecto, Katsuki notó una mirada clavada en él y le incomodaba.

"¿Será Hana?"

Desvió su mirada disimuladamente y vio que no se trataba de la prima, sino del primo Akemi.

"Esa mirada... ¿Por qué me mirará así ese idiota?"

Le estaba prestando tanta atención que no se dio cuenta de que su marido le estaba mirando hasta que le habló.

—¿Qué pasa, Katsuki? ¿A quién miras?

—A nadie, sólo me pareció que algo me había rozado por detrás y me he girado para intentar averiguar qué era.

El híbrido de dragón se volteó, topándose con que eran sus tíos los que iban detrás de ellos, por lo que era imposible que ninguno de ellos hubiera tocado indebidamente a su amado.

—Tal vez era algún insecto.

—Sí, seguramente.

Entraron al gran comedor y ellos se sentaron juntos. Frente a ellos se sentaron Hana y Akemi, que no dejaba de mirar fijamente al rubio cenizo.

"¿Tendrá algún problema conmigo?"

—Eh, ¿qué tanto miras?—Le preguntó Katsuki.

El dom no dijo nada y sólo desvió la mirada.

"Qué raro es. Mejor será que lo ignore."—Pensó desviando su mirada.

Eijirou no dijo nada pero le dio una mirada de advertencia a su primo para que dejase a su esposo tranquilo. Algo que haría temporalmente.

"Espero que Akemi halla entendido de verdad y deje de mirar a Katsuki, me enfadaría si lo hiciera de nuevo."

Estando ya todos sentados, Hiroko presidió la reunión al ser su familia la visitante.

—Doy por comenzada nuestras reunión familiar.—Ahora podréis aclarar vuestras dudas con respecto a mi yerno. Sentiros libres de preguntarle.

Las palabras de su suegra le sorprendieron mas no le importaba responder a lo que fuera.

—¿Estás bien con eso, Katsuki?—Le preguntó Eijirou.

—Sí, no te preocupes.

Katsuki no le temía a nada, después de todo eran sólo preguntas.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!