Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)

Capítulo 17.

***

La Familia Todoroki, junto con sus invitados; se dirigieron al gran comedor donde todos estarían para disfrutar de la generosa cantidad de comida que iban a tener a su disposición. Todos se fueron sentando, Enji cerca de su esposa, los hermanos juntos y el joven matrimonio también se sentaron bastante próximos entre sí.

Katsuki repasaba con la mirada cada plato y pudo notar que todos tenían muy buena pinta, así que empezó a comer sin pedir permiso ni esperar a que el resto empezase.

Al pelirrojo le pareció un gesto muy maleducado e iba a regañarle mas Natsuo lo frenó.

-No le regañe, Príncipe Eijirou.-Está bien si su esposo quiere comer ya, no es necesario que espere. Tan él como usted son nuestros invitados y no nos deben cortesía alguna.-Dijo sonriendo ampliamente mirando disimuladamente al sub.

Al híbrido de dragón no le gustaba que el albino estuviera intentando ganarse la simpatía del rubio cenizo.

-Es usted muy comprensivo, Príncipe Natsuo.-Pero considero que mi esposo debe ser más educado y, por favor, le pido que no se meta en nuestros asuntos matrimoniales.-Dijo sonriendo falsamente.

-Oh, lo lamento. No quería entrometerme, es sólo que no quería que se peleasen.

-No se preocupe, no discutiremos.

-Me alegra.

Se sonrieron de manera incómoda y luego desviaron sus miradas para dirigirlas al frente y mirar al Rey Enji, quien procedió a decir lo siguiente:

-Propongo un brindis por el trato que hoy hemos llegado entre dos poderosos reinos.

El sub tuvo que dejar la carne que estaba comiendo para agarrar su copa y alzarla para brindar. Todos brindaron sonriendo, excepto Katsuki y el bicolor.

"Qué asco tener que estar actuando hipócritamente. Será mejor que termine de comer cuanto antes para poder irme a los aposentos que nos hayan asignado. No soporto estar aquí por más tiempo."-Pensó mientras daba un sorbo a su copa y luego volvía a comer.

Entre tanto, Eijirou observaba a su marido.

"Se ve atractivo cuando está centrado en algo, al menos de esta manera no está dándome problemas."-Pensó para luego comenzar a comer.

La comida había sido bastante amena pues Eijirou, Enji y Natsuo habían hablado de forma casi constante. Mientras que los subs habían permanecido casi en completo silencio.

"Por fin puedo irme a los aposentos."-Pensó Katsuki dejando de comer y levantándose de la mesa.

-Katsuki, ¿adónde vas?-Cuestionó el pelirrojo.

-Al dormitorio, tengo sueño.

-Vale pero tienes que esperar a que vaya contigo.

El sub lo miró confundido.

-¿Por qué tenemos que ir juntos?

-Porque quiero dormir contigo.

-¿Ah? No es necesario, puedo ir yo sólo.-Insistió.

-No, yo te acompaño.

Entonces Shōto, quien los observaba; dijo:

-Yo puedo acompañarlo si me lo permite, Príncipe Eijirou.

El mencionado lo miró y le respondió:

-No, no es necesario; Príncipe Shōto pero gracias por su ofrecimiento.-Dijo con tono amable y sonriéndole cortésmente.

La mirada del dom no era dominante en aquel momento, sin embargo, el de ojos desiguales sentía que quería ser dominado por éste, experimentando la misma sensación que había tenido cuando el pelirrojo se hubo mostrado agresivo con Katsuki.

-Está bien.-Respondió escuetamente apartando la mirada.

Entonces el de dientes afilados volvió a dirigirse a su esposo.

-Vamos juntos, Katsuki.-Dijo extendiendo su mano hacia el más alto.

El sub realmente no quería pero se sentía un poco cansado, por lo que no iba a discutir.

-Tchs, está bien.

Se levantó y se acercó a su marido para tomar su mano. Acto seguido, anunciaron que se iban a retirar a descansar.

Ni Rei ni Enji les prestaron atención pero sí Shōto y Natsuo, sólo que por razones distintas.

"Quiero que ese dom me domine y no entiendo por qué... ¿Qué me pasa?"-Pensó el bicolor viendo cómo se alejaba el joven matrimonio.

Su hermano mayor notó que su hermano menor miraba a la pareja con atención y le dijo:

-¿Qué pasa, Shōto? ¿Acaso te interesa un dom casado?

El mencionado se quedó helado.

-¿Cómo dices?

-Pregunto que si te gusta el Príncipe Eijirou.

-Y-yo... no lo sé... Sólo siento que quiero que me domine y eso es malo, ¿cierto?

Natsuo sonrió astutamente en ese instante y le contestó:

-No lo es, mi querido hermano.-De hecho, voy a ayudarte.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!