Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)

Capítulo 19.

***
El sub se despertó una hora después y notó que estaba apresado por unos fuertes brazos.

"¡Mierda! ¡Ese bastardo medio lagartija me está abrazando!"

A Katsuki no le estaba gustando en absoluto el hecho de que su esposo le estuviera abrazando.

"Voy a soltarme. Me importa una mierda si se despierta."

Entonces agarró con fuerza los brazos del dom y los empezó a desprender de su cuerpo.

-Mmm... ¿Qué haces? Me has despertado...-Se quejó el pelirrojo.

-Tchs, es tu maldita culpa por estar abrazándome. ¿Por qué has hecho eso?-Cuestionó molesto.

-Porque así lo he querido. No hay más discusión.

-Vete a la mierda.-Le respondió enfadado y dispuesto a irse.

Mas no pudo porque el de dientes afilados lo agarró de la muñeca.

-No te enfades, Katsuki. Pero es que a veces me sacas de quicio.

-Ya, sí. Como sea, suéltame.

El híbrido de dragón no lo hizo, pues no había terminado de hablar.

-¡¿Por qué no me sueltas?! ¡¿Estás sordo o qué?!

Eijirou lo miró directamente a los ojos y le dijo:

-Lo siento, Katsuki.-No quería incomodarte, sólo... quiero compensar nuestro mal inicio poco a poco y pensé que estaría bien abrazarte. Perdóname.

El más alto se sorprendió al verlo así. Tan despojado de su orgullo y soberbia.

-Creo que la siesta no te ha hecho ningún bien.-Dijo moviendo su brazo para así deshacerse del agarre del contrario y empezar a alejarse de él para, seguidamente; salir de la habitación.

Eijirou no le impidió que se fuera, así que se quedó sentado y soltó un suspiro.

-Supongo que me lo merezco...-Dijo agachando la cabeza.

***

Katsuki salió del palacio con el propósito de recorrer la ciudad, ya que era extremadamente aburrido para él permanecer todo el día en aquel castillo.

Todo parecía ir bien hasta que escuchó una voz tras él.

-¡Príncipe Katsuki!

Era Natsuo.

"¡Qué molesto!"

El sub se volteó y le preguntó:

-¿Qué quieres ahora?

-Oh, yo sólo quería saber a dónde se dirige.

-No es de tu incumbencia.

-Supongo que no pero... Si va a ir a la ciudad, me gustaría acompañarle.

-¿Ah? ¿Por qué motivo?

-Quiero enseñarle la ciudad.

-No es necesario.

-Pero... Puedo mostrarle lugares que solamente alguien que viva aquí podría conocer.

Al rubio cenizo no le agradaba demasiado el albino, sin embargo, podría serle útil en aquella ocasión.

-Está bien pero no seas molesto.

El dom sonrió ante la contestación del otro.

-Muy bien. No se arrepentirá.

Y entonces se fue con él.

"Ahora es tu momento, Shōto. Aprovecha."

***

Mientras tanto, Shōto caminaba por los pasillos del palacio con la esperanza de encontrarse con el pelirrojo.

"¿Estará el Príncipe Eijirou por aquí o habrá salido?"-Pensó ansioso por no haberlo visto ya.

El joven quería tener la oportunidad de conversar con el dom, ya que se suponía que su hermano se iría con el rubio cenizo.

"No lo encuentro. ¿Estará reunido con mis padres de nuevo?"

Estaba dispuesto a ir a buscarlo cuando se lo encontró a medio camino.

"¡Ahí está!"-Pensó emocionado acercándose a él.

En cuanto estuvo cerca, le habló.

-¡Príncipe Eijirou!

El susodicho lo miró y le saludó:

-Hola, Príncipe Shōto. ¿Sucede algo?

-N-no, yo sólo quería pasar tiempo con usted. Paseando por ejemplo.

Al pelirrojo le pilló desprevenido, ya que no esperaba aquella respuesta por parte del chico.

-Eh... Lo lamento pero estoy buscando a mi esposo. ¿Lo ha visto, príncipe?

-No pero seguramente haya salido a dar un paseo.-No hay de qué preocuparse.

El bicolor trataba de engatusarlo y convencerlo de que se quedase con él; sin embargo, no lo estaba consiguiendo.

"No lo estoy logrando, ¿por qué?"

-Tal vez tenga razón, Príncipe Shōto. Pero quiero comprobarlo por mí mismo.-Así que, si me disculpa, me voy a buscarlo.

El de ojos desiguales iba a rendirse mas se le ocurrió una idea.

-¿Me permite acompañarle?

-No es necesario, pero le agradezco el ofrecimiento.-Dijo para empezar a alejarse.

-Pero... ¡Usted podría perderse!-Y eso no sería bueno...

Finalmente, el dom se rindió.

-De acuerdo. Puede venir conmigo.

Acto seguido, Shōto corrió a su lado y juntos decidieron salir del castillo.

"¡Lo logré! ¡Podré estar a solas con el Príncipe Eijirou!"

El más joven de los Todoroki no podía estar más feliz.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!