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Durante el camino de vuelta, Eijirou y Katsuki notaron que tanto Izuku como Tetsutetsu se veían demasiado cercanos cuando apenas se acababan de conocer.
"Si Izuku se enamora de Tetsutetsu, eso hará que deje de pensar en Mi Marnarak. Creo que los ayudaré a ser pareja tanto como pueda."—Pensó feliz ante la posibilidad de librarse de un rival.
—Hacen buena pareja, ¿no crees?—Le preguntó Katsuki de repente.
—Sí, yo también lo creo.—De hecho, pienso hacer lo que pueda para que se emparejen y así el príncipe Izuku te olvidará.
—Hmp, ¿tanto te urge librarte de él?
—Sí, obvio.—Cualquiera que se sienta atraído por ti se convierte automáticamente en mi enemigo.—Afirmó su marido sonriendo de una manera algo siniestra.
—A veces das un poco de miedo, Ei.—Me gustas más cuando eres tierno a la hora de interactuar conmigo pero luego te conviertes en un salvaje en la cama.
—¿Ah, sí~? ¿Eso te gusta~?—Le preguntó el pelirrojo con tono coqueto cerca de su oído.
—Obvio~—Por eso llevemos a este nerd con sus padres cuanto antes para continuar con lo que nos interrumpieron esta mañana.
—Como Mi lindo esposo deseé~
El híbrido de dragón le dio un beso y continuaron andando.
"Vaya, parece que Kacchan y Eijirou son realmente apasionados. Ni siquiera les importa coquetear delante de nosotros."—Pensó el pecoso un poco avergonzado.
—Príncipe Izuku, ya vamos a llegar donde sus padres; ¿está listo?
—Sí, lo estoy.—Dijo con seguridad.
—Bien. En ese caso, abriré la puerta.
Entonces Tetsutetsu abrió la puerta y dijo:
—Disculpen, sus majestades pero quería anunciar que traigo conmigo a los príncipes.
En ese instante, el matrimonio Midoriya se levantó Y fueron hacia su hijo.
—Izuku, hijo mío. Tu padre y yo lamentamos haberte hecho sentir mal pero entiende que lo hicimos por el bien de nuestro reino.
—Lo sé pero, quiero hacer una petición.
—¿De qué se trata, Izuku?—Cuestionó Hisashi.
—Yo... Quisiera ser quien elija a mi pretendiente para desposarme, por ello os pido que canceléis la petición de matrimonio a Natsuo Todoroki.
—Pero, hijo. Eso nos traerá problemas y podría dañar la reputación de nuestra familia.
—Padre, yo creo que nuestra reputación se vería más dañada si mi esposo resulta ser un dom mujeriego e infiel que no me respete; ¿no lo crees?
Hisashi pareció reflexionar durante unos segundos y respondió:
—Tienes razón, veré lo que puedo hacer con la cancelación de la petición de matrimonio.—Sin embargo, en cuanto a la búsqueda de un nuevo pretendiente, ¿tienes acaso a alguien en mente?
—Puede ser.—Dijo ruborizado pensando en Tetsutetsu.
—¿Y quién es?
—Todavía no puedo decirlo, necesito un tiempo para asegurarme de que esa persona está disponible.
El mayor lo miró sin entender mucho a su retoño y le respondió:
—Está bien, te doy seis meses.—Si no resulta con ese don, tu madre y yo te buscaremos otro candidato; ¿de acuerdo?
—¡Sí! ¡Gracias!—Exclamó el pecoso feliz abrazando a sus padres.
Fue un alivio que Inko y Hisashi aceptasen de buena gana la propuesta de su retoño, pues de lo contrario podría haberse formado una mala situación.
—Como la reunión ha finalizado, es tiempo de que volvamos a casa.—Dijo el Rey Hisashi.
—¿Seguro? ¿No quieren quedarse por hoy?—El viaje ha de haber sido largo y tedioso.—Dijo el Rey Daiki.
Hisashi miró a su esposa y le preguntó:
—Querida, ¿tú qué opinas?
—Creo que no sería mala idea quedarnos y volver al día siguiente.
—Entonces ya está decidido, aceptamos su invitación, Rey Daiki.
—¡Bien dicho!—Ahora yo tengo que encargarme de una documentación importante. Entre tanto, ustedes pueden quedarse a conversar con mi esposa y su hijo puede pasar tiempo con Eijirou y Katsuki.
Los adultos se alejaron de ellos e Izuku volvió con Eijirou, Katsuki y Tetsutetsu.
—¡Puedo pasar tiempo con vosotros!—¡¿No es genial?!—Dijo el de cabellos verdes y rizados muy contento.
—Lo siento, nerd. Pero Eijirou y yo tenemos una importante tarea pendiente.—Quédate con hierritos y no nos busques. Ya nos veremos en la hora de la comida.—Dijo el rubio cenizo agarrando de la camiseta a su marido.
—Oh, vale. ¡Suerte con la tarea!
El sub se rió y le respondió:
—No nos hace falta suerte, Eijirou y yo ya tenemos bastante experiencia en esta tarea.
El de ojos esmeralda no entendió a qué se refería su amigo de la infancia mas supuso que estaría bien con su dom.
—Tetsutetsu-kun, ¿estás ocupado?
—No, no lo estoy ni lo estaré durante bastante raro ya que el príncipe Eijirou estará muy ocupado con su esposo.
—Así parece, debe ser una tarea complicada si le tienen que dedicar horas.
El dom de cabello plateado no pudo contener la risa y le dijo:
—Realmente eres muy inocente, Príncipe Izuku.—Ahora, vamos. ¡Aprovechemos el tiempo!
Se tomaron de las manos y se fueron juntos a divertirse.
***
Entre tanto, el joven matrimonio corría a toda prisa a su dormitorio para seguir con su cometido de obtener un heredero.El sub abrió la puerta con una velocidad pasmosa como si su vida dependiera de ello. Luego la cerró de un portazo.
—Katsuki, te noto alterado. ¿Estás bien?
—¡Estoy bien!—Solamente me siento muy caliente, necesito esto dentro de mí.—Dijo poniendo una mano sobre los genitales del dom.
—Ngh, Katsuki...
El mencionado sonrió con picardía y tocó más aquella zona.
—¿Te gusta, Ei?
—¡S-sí!—Ah...
—¿Sabes? Creo que se me ha antojado esto en mi boca.—Dijo el rubio cenizo relamiéndose los labios y agachándose con la intención de desnudar al híbrido de dragón de cintura para abajo.
—¡E-espera, Katsuki!
El sub paró en seco y miró a su amado:
—¿Pasa algo?
—No, pero... ¿No sería un desperdicio que mi semen fuera a tu boca? ¿No prefieres que vaya todo a tu útero?
—Si quieres puedo chupártela y, cuando notes que te vas a venir; me avisas y me pongo en posición para que me penetres.
—Me parece bien.
Aclaradas las cosas, el rubio cenizo prosiguió con lo que estaba haciendo.
***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!¡Espero que os haya gustado!
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Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)
FanfictionDurante generaciones, hubo tensión entra dos Familias Reales: Los Kirishima (Que eran híbridos de dragón) y los Bakugou (Cazadores de dragones). En ambas habían tenido mayoritariamente Doms y por ello no pudo ser posible una tregua, sin embargo, tod...