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Eijirou no podía creer lo que veía. No, definitivamente no podía ser. Su esposo no podía estar siendo atravesado por una espada en uno de sus costados.
—¡Katsuki!—Gritó convirtiéndose en dragón para volar hacia él.
Entonces rugió y tras agarrar a su marido con una de sus garras, quemó a quien había osado herir a su sub.
Después se alejó junto con el rubio cenizo y lo llevó a un lugar seguro para curarlo. Luego se transformó en humano y revisó a su amado.
—Katsuki... ¿Me oyes?
El sub no le respondió y eso le preocupó.
"Será mejor que le quite la camisa."
Entonces comenzó a despojarlo de las prendas para poder ver mejor la herida. Cuando lo hizo, comprobó que la herida no era demasiado profunda pero sí lo suficiente como para dejarlo inconsciente.
Eijirou, sabiendo que tanto su piel como saliva tenían propiedades curativas, así que procedió a limpiar la zona de la herida con un pañuelo de tela y luego la lamió.
"¿Servirá de algo?"
Cuando acabó con su cometido y, seguidamente; híbrido de dragón observó cómo la herida se iba curando poco a poco.
"¡Se está cerrando!"—Pensó feliz al ver que el sub se alejaba del peligro.
Entonces el rubio cenizo comenzó a moverse y a gemir adolorido.
—Mng...
—Mi marnarak... ¿Cómo te sientes? ¿Te duele?
—N-no, ya no me due... Ugh.—Se quejó cuando intentó incorporarse.
Estuvo a punto de caer al suelo nuevamente de no ser por que su dom lo atrapó a tiempo.
—Cariño, ten cuidado. Acabas de curarte, no debes hacer movimientos bruscos.
—N-no es nada, no es la primera vez que me pasa.—Sólo necesito unos minutos y podré volver a batalla.—Aseguró intentando alejarse de los brazos de su marido.
Sin embargo, el susodicho no se lo permitió.
—No, Katsuki.—Te llevaré donde están los médicos de guerra.
—No es necesario, estoy perfectamente.
—No lo estás, hazme caso y estate quieto.—Dijo usando su voz de dom.
Debido a su naturaleza, el rubio cenizo no se pudo resistir y no le quedó otra que obedecer.
—E-está bien...
El de dientes afilados sonrió y le contestó:
—Así me gusta.—Ahora te llevaré a un lugar seguro.
Lo cargó hasta una de las carpas y allí lo dejó en una de las camillas.
—No te preocupes, Mi Marnarak.—Volveré pronto.
—De acuerdo, cuídate.
—Sí.
Se dieron un tierno beso y el pelirrojo volvió a la batalla para continuar su lucha contra la tribu enemiga.
***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!
¡Espero que os haya gustado!
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Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)
FanfictionDurante generaciones, hubo tensión entra dos Familias Reales: Los Kirishima (Que eran híbridos de dragón) y los Bakugou (Cazadores de dragones). En ambas habían tenido mayoritariamente Doms y por ello no pudo ser posible una tregua, sin embargo, tod...