Capítulo 119.

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***

Ya en la habitación, y tras cerrar la puerta de un portazo, Eijirou inició un apasionado beso con Katsuki.

"Sabía que no íbamos a hablar."—Pensó el rubio cenizo sonriendo internamente con picardía.

Ambos siguieron el ritmo del beso, a la vez que se acariciaban.

"Mi lindo Katsuki, después de todo lo que ha pasado hoy, voy a hacerte mío una vez más para que le quede claro a todo el mundo que eres mío."

De repente, el pelirrojo dejó de besar a su par y cargó a su marido para dejarlo bruscamente sobre la cama, posicionándose sobre éste.

—Katsuki...—Al parecer no es suficiente con que lleves el collar de sub y me veo obligado a hacerte el amor. Además de dejar marcas por tu cuello.—Dijo acariciando el cuello de su amado.

Su tono dominante y el hecho de que estuviera siendo acariciado de aquella forma, provocó que el rubio cenizo temblase de placer.

—Nn... Ei...—Gimió con la cara completamente sonrojada.

El híbrido de dragón sonrió satisfactoriamente al ver de esa manera a su marido, con esa expresión mediante la cual parecía estar suplicándole sin palabras que lo penetrase salvajemente.

—Ei, ¿por qué has parado? ¿Sucede algo?

Su voz sacó al pelirrojo de su ensoñación y contestó:

—No, nada.—Sólo pensaba. Vamos a continuar.

El sub sintió alivio al saber que a su dom no le pasase nada.

—Pues sigue, estoy ansioso~—Dijo abriéndose de piernas.

Aquella acción calentó al híbrido de dragón, que tomó de las piernas al contrario y lo besó de nuevo. Luego comenzó a repartir besos por el cuerpo del rubio cenizo, mordiendo también en algunas partes como por ejemplo los pezones.

—Aah... Ah... Eijirou... Eijirou...

Katsuki se estaba volviendo loco y sólo eran los preliminares.

"Oh, Dios. "—Pensó inundado por el placer y la lujuria.

El dom descendió hasta los genitales, que comenzó a lamer y succionar.

—¡Ah! ¡Aah!—Gemía como un loco.

"Tan erótico. Creo que me voy a venir y no quiero eso."

Entonces paró de atender la virilidad de su amante y dijo:

—Lo siento, Katsuki. Pero tengo que parar o, de lo contrario, voy a acabar.

—Vale, pues métela ya.

—No te preocupes, Mi querido sub.—Te cogeré hasta que no puedas más.—Le aseguró posicionándose correctamente entre las piernas del rubio cenizo para poder alinear bien su miembro con la entrada del pasivo para penetrarlo.

—¡Aah...!—Gimió al recibir el pene de su esposo en su interior.

—Mm... Tan estrecho...—Dijo Eijirou con tono placentero.

Acto seguido, sin perder el tiempo, el joven de dientes afilados comenzó a embestir a su marido. Obteniendo ambos un gran placer.

—¡Ah! ¡Ah!—¡Más rápido!—Dijo Katsuki moviendo sus caderas.

—Aah... Tranquilo...—Te daré lo que quieres~

El pelirrojo movió sus caderas a una buena velocidad, haciendo que se escuchasen sonidos húmedos y los que hacía sus cuerpos al chocarse.

—¡Aaah! ¡Ah!

—¡Ah! ¡Katsuki!

Los dos estaban disfrutando tanto que no estaban dándose cuenta del escándalo que hacían y que había gente que podía escucharlos mas en ese punto ya no les importaba nada. Solamente su placer.

Entonces, tras unas cuantas embestidas; alcanzaron el orgasmo prácticamente a la vez. Quedándose dormidos a los pocos segundos.

***

Más tarde, tras un largo día. Luego de haber celebrado una gran boda en la que se habían unido en matrimonio sus dos amigos, Katsuki y Eijirou salieron al balcón de su habitación de invitados para tomar el aire tras su gran actividad en la cama.

—Hace buena temperatura aquí...—Comentó el sub disfrutando de la agradable brisa.

—Estoy de acuerdo, el clima aquí es bastante decente.

Ambos se mantuvieron callados después de eso, aunque fue por tan sólo unos minutos, ya que el rubio cenizo habló de repente.

—Echo de menos a nuestros lelén, quisiera tenerlos en mis brazos ahora mismo.—Ya quiero volver a nuestro castillo, ¿no te pasa a ti?

—Claro que sí, añoro estar junto a nuestros pequeños—Ya quiero ver a Kenji, Yuudai y Miyoko. ¡Son tan adorables!

—Sí, ellos son los lelén más lindos que existen.

—Claro que lo son, ellos son fruto de nuestro amor después de todo.—Dijo Eijirou abrazando a su amado por encima de los hombros.

—Así es, ellos son un milagro.—Porque la magia podría no haber funcionado en mí pero lo hizo y no podría ser más feliz por ello.

—Me siento igual, ser padre y poder estar a tu lado, es lo que me hace sentirme completo.

—¿En serio? ¿Y no te hubiera bastado con que solamente fuéramos tú, yo y las batallas?

—Hubiera sido feliz estando junto a ti, pero con hijos me siento más completo.—¿Tú hubieras preferido que únicamente fuésemos nosotros dos?

—Creo que antes te hubiera respondido que sí pero, después de haber tenido a nuestros hijos; mi respuesta es: No, no lo hubiera preferido.—Amo a nuestros hijos y ya no me imagino una vida sin ellos.

La respuesta del rubio cenizo enterneció tanto al pelirrojo, que no pudo evitar estrecharlo fuertemente entre sus brazos.

—Aww... ¡Eres tan lindo, Katsuki!

—Hmp.—No soy lindo, es mi instinto paternal.

—Da igual lo que sea, es lindo igualmente.—Te amo.

El sub sonrió con ternura y le respondió:

—Y yo a ti.

Entonces, sus miradas se conectaron y se dieron un casto beso. Disfrutando de su momento en pareja, sin nadie que los interrumpiera.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!





Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora