Capítulo 51.(Corregido)

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***

Los entrenamientos en el ejército de los Kirishima continuaban, no había descanso nada más que para comer y, con suerte, poder tomar un baño antes de dormirse.

Esto causaba un ambiente tenso, mas no era nada extraordinario para aquellos acostumbrados a la batalla. Sin embargo, para Eijirou sí que era estresante, pues estaba a nada de asistir a su primera batalla.

—Hijo, ven conmigo.—Le dijo su padre tras el desayuno.

—De acuerdo. Pero antes voy a avisar a Mi Marnarak.

Daiki miró a su retoño con dureza y le dijo:

—No hace falta que te tomes tantas molestias con él, es sólo un sub.—Además, esto es más importante.

El de dientes afilados le dirigió una mirada retadora a su padre y le contestó:

—Katsuki no es solamente un sub, él es la persona más increíble que he conocido y es al hombre al que amo. Así que... ¡no te atrevas a hablar de él de esa forma tan despectiva!

El mayor se quedó callado y se sorprendió por la importancia que le daba a un sub que pertenecía a una dinastía que tanta hostilidad le había procesado hasta hacía poco tiempo.

"Eijirou realmente ha cambiado... Aunque no sé si habrá sido para bien."

—Está bien, sólo ven conmigo y olvidemos esto.

—¡No!—¡Discúlpate!

El rey no podía creer que su hijo le estuviera exigiendo que le pidiera perdón a aquel sub pero, con el fin de calmar las cosas; accedió a pedir perdón.

—Lo lamento, no quería insultar a mi yerno.—Ahora, te pido que vengas conmigo, es muy urgente.

—Está bien, padre.—Te pido simplemente un momento para que hable con Katsuki.

El adulto asintió y el adolescente fue a informarle de su esposo.

—¿Qué pasa con tu viejo? ¡Es un idiota!

—Sí, debe estar sufriendo un principio de senilidad.—El caso es que necesito reunirme con él para hablar de algo importante.

—De acuerdo, no te preocupes. Yo estaré ocupado de todos modos.

—Bien. No te esfuerces demasiado, no quisiera que te hicieras daño o que cayeras enfermo.

—¿Yo hacerme daño? ¿Caer enfermo?—¡Eso nunca pasará!

—Como sigas... ¡Hasta luego!—Le dijo para darle un beso e irse rápidamente.

El rubio cenizo sonreía al ver a su marido marcharse y luego volvió al campo de entrenamiento para enseñarles a los soldados quién mandaba.

***

Entre tanto, el pelirrojo y su padre se encontraban en otra sala a parte. 

—Padre, ¿Qué sucede?

El susodicho lo miró con preocupación y le respondió:

—Lee esto y lo entenderás.—Dijo extendiéndole un pergamino.

El de dientes afilados lo desenrolló y comenzó leer 

—Finalmente nos declaran la guerra... ¿No se habían calmado las cosas?

—Eso parecía pero ya lo ves, en tres días nos los vamos a encontrar cara a cara.

—¿Crees que ganaremos? ¿El ejército de los Bakugou también acudirá?

—No, ellos ya tienen una guerra con otra tribu.

—¿Cómo dices?

—Como lo oyes, pero no le digas nada a tu esposo, él debe estar centrado en esta guerra; ¿lo comprendes?

—Sí, padre.

Le dolía ocultarle cosas a su amado pero era por un bien mayor.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora