Capítulo 16 Las estanterías no caen por si solas... ¿verdad?

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Las puertas de la biblioteca son gigantescas, tienen esculpidas dos grandes figuras dragoniles, son hermosas, paso la mano por cada una de sus curvas y pliegues. Empujo la puerta, esperando que fuera pesada, pero para mi sorpresa es sumamente ligera. En su interior todo está en silencio, apenas hay gente, solo un par de alumnos que salen en cuanto entro, cosa que me hace ver que realmente nadie parece quererme allí, genial. Me acerco al mostrador, un hombre mayor me sonríe.

-Tú debes de ser la nueva alumna.

-Sí, mucho gusto, me llamo Alice Douglas.

-El placer es mío jovencita,-me tiende una tarjeta blanca con una foto mía, un nombre y un código.-Esta es tu tarjeta de biblioteca, esperaba dártela en persona.

-Muchísimas gracias.

-Que disfrutes de tu visita.

Me despido y comienzo a caminar hacia las estanterías, son sumamente altas, largas escaleras con ruedas hacen que su acceso sea más sencillo. Me detengo a observar cada una de las estanterías, intento decidir cuales son los temas de interés, hay literatura sobre gárgolas, duendes, etc., mitología variada, también cuentos de terror sobre vampiros y demonios, lo que hace que se me estremezca todo el cuerpo. Sigo caminando hacia la mesa del fondo, es amplia y tiene lámparas diseminadas por todo el largo. Todo el lugar de por si parece una fantasía.

Camino por cada pasillo, acariciando los lomos de los libros, contemplando cada título, cada tema. El tiempo pasa lento a mi favor, por lo que puedo tomarme con calma lo de la investigación. Llego a la sección de varios, lo cual me hace preguntarme si habrá algo escrito sobre gente como yo, mestizos.

Las razas derivadas. James Candelier.

Los orígenes de los mestizos. Oliver Anderwins.

El silencio tras las invasiones de las especies. Mattew Andrew Orwell.

Voy haciéndome con todos los libros que puedo, pero he de decir que son bastante pesados.

.¿Intentas buscar cómo destruirte? Porque déjame decirte que nos harías un favor.

-Eras más agradable la primera vez que nos encontramos.-Ni siquiera levanté la cabeza de la estantería, no quería darle el orgullo de saber que me había enfurecido con su simple presencia.

-Cierto, aunque no me presenté. Mi nombre es

-No me importa, ni me interesa, si me disculpas...-Cogí los libros pero él me cortó el paso.

-Para ser nueva aún tienes carácter.-Sus ojos me miraban fijamente, como si esperaran que pasara algo, algo que no estaba pasando.-Interesante.

-¿Qué? ¿Me dejas pasar?

Mortem (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora