Capítulo 83 Desterrada de casa.

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-Oli ¿qué pasó?

Antes de darme cuenta estaba de rodillas a su lado, con ella llorando abrazada a mí.

-¡Ay, Alice! ¡Lo siento por interrumpir vuestra cena!

-No te preocupes, eeh, shhh.-Intenté calmarla, el resto se reunió alrededor.-¿Por qué lloras? ¿Qué haces aquí en fin de año? ¿No estabas con tu familia?

-Mi familia, todos unos malditos traidores. ¡Unos perros!

La desamparada bruja se sentó a la mesa con nosotros, otra silla con su nombre apareció de la nada junto a la mía, ¿sería mi tío? ¿por eso no había salido a cenar? ¿estaría organizando todo desde su despacho?

-Cuéntanos que pasó Oli.-Theo la instó a hablar.

Ella se sorbió la nariz, aún con los ojos llorosos.

-Mi madre se ha vuelto a casar, con Gunter o Hunter, ni me interesa su nombre, se casó para unificar nuestro reino con uno vecino, ese tal Gunter tiene un hijo mayor que yo. Pues ahora resulta que una hija no le hace falta porque tiene un hijo mayor, por lo que yo soy meramente decorativa ¡yo! ¡Una maldita decoración!-Le estreché la mano y ella me la estrechó de vuelta.-Si pudiera le echaba todas las maldiciones posibles al maldito

-¿Y tu madre dejó que eso pasara? ¿Así sin mas?-Max la miraba con preocupación, no se conocían mucho, pero él era muy empático.

-Pues sí, se ve que un hombre le importa más que yo, menuda madre de mierda.

Rosa apareció de la nada, con otro plato y cubiertos.

-Ay Rosa

-Niña, come, no pienses, solo come y disfruta.

Le estrechó el hombro y se fue de nuevo a la cocina, me hubiera gustado decirle que se quedara a la mesa con nosotros, pero no sé hasta qué punto eso era correcto.

-Seguro que entra en razón.-Emily intentaba infundirle ánimos.

-No lo creo, es muy cerrada en banda y todo le parece mal siempre. Es tan ¡Ahggt!

La noche transcurrió con una Olivia al borde de la histeria quejándose de su madre, comida variada y mucho, pero mucho zumo de arándanos. Cuando empezó a sentirse cansada nos pidió que la disculpáramos, pero que prefería irse a dormir, nadie la detuvo, había sido un día duro para ella.

Se hizo un largo silencio, hasta que Max habló.

-Eso es algo que no soporto de las familias reales, que se creen con derechos de hablar sobre los demás, ¡que rabia!

Theo le estrechó la mano, había tenido mucha suerte al tener unos padres comprensivos que no pensaban en matrimonios de conveniencia para juntar reinos y le dejaban ser libre. Theo era afortunado y Max también.

-Vuelvo enseguida.

-Es mejor que la dejes sola. No te entrometas tanto en todo.

Me quedo helada. ¿Me considera una entrometida?

-Yo no soy una entrometida.

-Pues quien lo diría, siempre estás en el foco de los problemas, Alice.

Me levanto, no podía dejar a Olivia sola, la acababan de echar de casa y entendía el vacío que eso podría representar para ella. Yo la entendía y prefería estar con ella en ese momento tan duro.

-Pues será que soy un problema andante para todos.-Sonreí y me giré hacia todos.-Buenas noches.

Todos miraron cómo me iba en silencio.

Mortem (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora