Al fin pude salir de la habitación, respiré hondo, me había puesto los vaqueros más cómodos que tenía, una camiseta de manga corta y una sudadera negra, era mi forma de rendir luto a mi padre, a mi manera. Fui a la cafetería, la cocinera me miró con ternura y para mi sorpresa me dio el pésame, le agradecí que no se anduviera con miramientos, me dio un gofre y se lo agradecí de todo corazón aunque no me guste el dulce. En las mesas no había nadie, así que me dirigí directamente al sitio que me daba paz, la biblioteca. Abrí las grandes puertas de madera y entré. El bibliotecario aún no había regresado de sus vacaciones y seguramente no regresaría hasta principios de enero. Pasé entre las estanterías, rozando con la yema de los dedos cada uno de los lomos a mi alcance. El olor a libro viejo y madera se impregnaba por todas partes, me daba paz. Estaba a punto de llegar a las mesas cuando le vi. El cabello negro en remolinos rebeldes, los ojos intensamente azules sobre el libro, la piel blanca como el marfil. La luz le daba de medio lado, era una imagen hermosa. No pude evitar el móvil y abrir la cámara, para mi sorpresa sí aparecía en la pantalla, así que lo de las fotos era un mito... sabía que yo podía salir en las fotos, a pesar de tener un pequeño porcentaje de vampiro, pero no esperaba que un pura sangre también lo pudiera hacer. Guardé la foto como un pequeño tesoro y guardé el móvil.
-¿Está interesante la lectura?
Levantó la vista, serio.
-Sí, la verdad es que sí.
-No quería molestarte, pero ¿no teníamos clase?
-No, hoy no, es navidad y supuse que harías planes.
Me senté en la silla de enfrente.
-No tengo muchos planes que hacer, casi no hay nadie en el instituto.
Me miró confundido.
-¿Y los demás?
-Pues Theo y Max se han ido a la nieve, últimamente están inseparables. Emily e Ismael se fueron de compras de navidad y solo quedamos tú y yo.
-Vaya...
Se hizo un silencio incómodo.
-Gracias, por lo del otro día.
-¿El qué? ¿Ser un caballero y dejar que una dama llorara sobre mi hombro?
Asentí.
-Sí, exactamente por eso, gracias.
Se quedó bastante cortado y si no fuera tan pálido habría jurado que se había sonrojado, ¿los vampiros se pueden sonrojar? Segunda sorpresa del día.
-No hay de qué.
Miré en todas las direcciones, no sabía cómo abordar el tema, no sabía cómo hablar con él y tenía miedo de que se volviera a enfadar conmigo.
-Pues ya que no hay nadie y tú estás leyendo me iré a la habitación.
Comencé a caminar de regreso, ¿qué esperaba que fueran las cosas de otro modo? Sí, había sido muy amable, pero solo eso, ¿en qué estaba pensando? Es igual, mejor me encierro en mi cuarto, me pongo una película o alguna serie para pasar la tarde. Ha sido una idea estúpida bajar.
-¡Alice, espera!
Me giro y le veo caminar hacia mí, muy serio.
-¿Pasa algo o...?
-Sí, si pasa, y quería...
-¿Querías...?
ESTÁS LEYENDO
Mortem (1)
FantasyLlegar a un instituto nuevo nunca es sencillo, y menos cuando sabes que nadie en ese instituto es mortal. Tendré que enfrentarme a una cruel realidad, tendré que decir la verdad sobre muchos de los secretos que he guardado estos últimos años y sobre...