Vi como todo ardía en llamas, como las lenguas de fuego devoraban todo a su paso, vi a mi madre gritar, quise alcanzarla, gritaba su nombre, pero ella no parecía verme, solo gritaba y me llamaba. Al otro lado mi padre hacía lo mismo, pero no podían verme, quise alcanzarlos, pero no podía moverme. Usé todas mis fuerzas, pero las llamas iban a más. Levanté mis manos y quise acercarlos, me gritaban que parara, que sería peligroso, pero no hacía caso. Sentí aquella misteriosa energía tomando forma en la palma de mis manos y como brotaba en dolorosas olas de poder. Ambos comenzaron a gritar hasta que al fin estallaron en una mar de pétalos rojos como la sangre.
Me desperté gritando, sudando a mares e hiperventilando, no quería rememorar aquel sueño, pero cada vez era más común que volviera a mí. Aquella pesadilla grotesca en la que mis padres estallaban, en la que mis padres se volvían en pétalos de rosas y mi hogar un mar de llamas.
Terminé optando por levantarme, ducharme y vestirme, el uniforme del instituto parecía estar esperando por mí desde hace mucho tiempo, me quedaba como un guante, las medias gruesas y negras, la falda plisada a cuadros y la camisa con el suéter, incluso los zapatos parecían ser los más cómodos que jamás había calzado. Cogí el secador y la espuma para el pelo, forme los rizos con calma y me sequé bien el pelo, no quería enfermarme la primera semana de clase. Salí cerrando con llave tras de mí, me encantaba el nivel de privacidad que tenía aquel lugar, la habitación solo tenía dos copias de llaves, una la poseía el alumno y la otra las de la limpieza, nadie más tenía acceso a tus pertenencias, cosa que en el fondo me aliviaba.
Caminé por los pasillos hasta la cafetería, estaba llena de gente que aún me miraba al pasar, no se les iba pasar pronto la manía por lo visto. Encontré a Max y a Emily esperándome con una bandeja, los quise tanto en ese momento que les hubiera dado un beso a cada uno. Me senté en medio y comenzamos a charlar.
De pronto escuché como la gente contenía el aliento, Max miró a la puerta principal del comedor mientras Emily se medio escondía en su bandeja del desayuno, me giré a tiempo de ver cómo un grupo de estudiantes entraban por la puerta principal, era un grupo pequeño, formado por cinco miembros, dos chicas y tres chicos. Todos parecían estupefactos ante la presencia del insólito grupo, yo solo podía ver que uno de los chicos era el que el día anterior me había llevado a mi clase de Arte.
-¿Quienes son?
-Gente importante.-Max hace gestos refinados con la mano, levantando el meñique y hablando en tono inglés. Emily parece aterrorizada.
-Son un grupo de populares por así decirlo, son gente que no está a nuestro nivel, gente superior, son otra estirpe, otra genética, otro todo.
-Emily creo que exageras.-Max intentó tranquilizarla sin éxito.
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Mortem (1)
FantasíaLlegar a un instituto nuevo nunca es sencillo, y menos cuando sabes que nadie en ese instituto es mortal. Tendré que enfrentarme a una cruel realidad, tendré que decir la verdad sobre muchos de los secretos que he guardado estos últimos años y sobre...