Capítulo 80 Ropa para la fiesta de fin de año.

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Emily caminaba por la calle parándose en cada escaparate, entusiasmada miraba todos y cada uno de los vestidos que había expuestos, intentaba convencerme para que comprara alguno y fuera al baile.

El baile, ese baile que mi tío había decidido organizar por fin de año para los alumnos que quedaran en el instituto, a modo de diversión. Pero para ser sinceros a mi no me divertía en absoluto la idea. Emily miraba cada vestido como si fuera un diamante. Aún encima de celebrar fin de año, había que ir de etiqueta, lo que me faltaba.

-Será divertido.

Decía Emily.

-Nos lo pasaremos genial.

No lo veía tan claro, pero al menos era una buena excusa para salir de las cuatro paredes del instituto. Al principio pensaba que aquel lugar se volvería una prisión, pero a la larga descubrí que mi tío, lejos de mantener a los alumnos encerrados, los dejaba libres para que investigaran el exterior y se relacionaran con la gente del pueblo; la cual pensaba que era simplemente un internado elitista para gente pija.

El pueblo solo tenía una única calle donde se extendían a su alrededor los pequeños comercios, bares, tiendas de comestibles, de ropa y cosméticos, barberías, peluquerías y veterinarias. A pesar de ser pequeño tenía una buena cantidad de comercios variados.

Paramos en cada tienda de ropa que teníamos en el camino, Emily se probaba cada uno de los vestidos, lejos quedaba la imagen que había dado en un principio de tímida y callada, desde que me había ido al Instituto Michaels se había convertido en una persona totalmente nueva, alguien alegre, extrovertida y graciosa.

-¿Este qué tal me queda?

-Te ves preciosa Em.

-¿De veras? ¿No es muy escotado para mí?

-Para nada, te realza la cintura y las caderas y no es tan escotado.

-Decidido, este se viene conmigo.-Me reí ante su decisión a la hora de llevarse aquella prenda.-¿Tú no tienes pensado comprar ninguno.

El que llevaba puesto no terminaba de convencerme, era muy ceñido en el pecho y demasiado vaporoso, era como llevar atada al cuello una sábana.

-No encontré nada que me convenza aún.

Se puso a buscar frenéticamente entre todas las perchas hasta que su rostro se iluminó.

-Creo que tengo el vestido perfecto para ti.

Mortem (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora