Llegué la primera a la biblioteca, por suerte está abierta, aunque no hay nadie dentro, ni siquiera el anciano bibliotecario. Dejo mis cosas en la mesa y voy directa a las estanterías. El último día de clase Christopher me dio la lista de libros que usaríamos para estudiar. Y yo estudiando solo del libro de clase, si es que Algunos fueron fáciles de encontrar, pero otros no tanto. No me podía creer que tuviera que estudiar realmente sobre personajes históricos como Vlad el Empalador, que casualmente era un antepasado muy lejano de Christopher, ¿casualidades?, no creo. Pero no conseguía encontrar nada sobre él. Miré por secciones, pero nada. Terminé cediendo y yendo junto al bibliotecario, pero no está. Seguramente porque sea navidad y esté con su familia, claramente.
Resignada vuelvo a las estanterías, pero freno en seco al ver los carteles, no tienen palabras, solo símbolos, están divididas a la mitad, la sección superior es una cosa y la inferior otra. por favor, por favor, por favor, que no esté allí arriba lo que busco pero veo el cartel del murciélago y sé que mi suerte está echada.
-Ufff
Coloco la escalera en el borde, respiro hondo y comienzo a subir de uno en uno. No me gusta la sensación de ir alejándome del suelo y menos por voluntad, estoy nerviosa, no me siento a gusto.
Queda cada vez menos, cada vez menos, bien lo estoy logrando. Estoy a punto de llegar al punto más alto cuando mi pie resbala.
-¡Mierda!
Mi cuerpo se balancea, mis brazos ceden ante los nervios y me precipito al vacío. Pienso en conjuros, conjuro de volar, no, conjuro de alas, no.
-¡Levitate!
La caída se detiene, mi cuerpo comienza a estabilizarse, suspiro de alivio. Si puedo conseguir levitar hasta la estantería puedo llegar a la escalera de nuevo, solo tengo que concentrarme, concéntrate Alice, concéntrate, siento que me muevo, lenta pero segura, venga Alice, tú puedes.
Estoy cada vez más cerca, ¿tanto me alejé con la caída? Se me hacía eterno llegar, cada vez más cerca, voy bien, voy
-¡¿Alice?!
-¡Christ!
Pierdo la concentración y de vuelta a la caída, grito, grito porque se me olvida el conjuro, por la impresión de ver a Chirstopher, por no sé, grito. Acuérdate, el conjuro, acuerdate, el suelo está muy cerca. Unos brazos me rodean y me quedo helada. ¿No he muerto?
-¡¿Se puede saber qué intentabas hacer?!
No estoy muerta, pero me van a matar.
-Yo
-¡Podías haberte hecho mucho daño!
Solo pensaba en que había caído desde diez metros de altura y que el corazón aún me iba a mil por hora. Le veo, furibundo, me deja de pie, pero me caigo de culo al suelo.
-¡¿Estás bien?! ¡¿Qué hacías ahí arriba?!
-Intenté pillar un libro, subí por la escalera, pero puse mal el pie y
-¡¿Y si no llego a estar aquí?! ¡¿Cómo se te ocurre subir sola?!
Quería quitarle hierro al asunto, así que decidí tirar por el sentido del humor.
-El Levitate iba genial hasta que me desconcentraste
-¿Hasta que te desconcentré? ¡podrías haberte matado!
-¿A caso temes por mi bienestar, Christopher?
Se gira, alejándose de mí.
-No, lo que me preocupa es qué diría el consejo si muere una alumna en la bilbioteca.
Vale, auch, muy auch por su parte.
-Tranquilo, si es la mía, dudo que se quejen.-Me enfilé hacia la mesa, ¿por qué siempre terminaba discutiendo con él?
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Mortem (1)
FantasyLlegar a un instituto nuevo nunca es sencillo, y menos cuando sabes que nadie en ese instituto es mortal. Tendré que enfrentarme a una cruel realidad, tendré que decir la verdad sobre muchos de los secretos que he guardado estos últimos años y sobre...