Capítulo 91 Ver los entrenamientos no es vivir los entrenamientos.

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-¡Max pasa aquí!

-¡Voy!¡Leo, pilla!-Un chico de pelo rubio saltó para llegar al balón, Theo observaba todo desde las gradas, no le gustaba el deporte, ni lo practicaba, pero ver los partidos le resultaba divertido.

-¿Por qué no le dices a Theo que baje a jugar con nosotros?-Sugirió Ismael.

-No, puede.-Dictó otro chico.

-Es cierto, los brujos no pueden competir contra nosotros, son simplemente inferiores.-Otro de los chicos comenzó a burlarse, Max le ignoró.

-Son brujos, esos no entienden de juegos más que los sexuales.-Bramó otro.

-Son todos iguales, Max, te tienen ahí y luego te dejan tirado. Ya llorarás.-Se burló el siguiente.

-Dejadle ya.-Ismael al principio veía humor, pero luego ya se dejaba notar el ensañamiento.

-¡Pero si es verdad! No hay brujo ni bruja normal, todos son o depravados sexuales o malos de nacimiento, es que no sé que le ves.-El chico lanzó el balón impactando en la cadera de Max.

-¡EH!

Theo escuchó la conversación en silencio, no quería formar parte de todo aquello, estaba claro que venir al entrenamiento había sido mala idea. Bajó las escaleras, tenía que irse de allí ya.

-¡Callaros! ¡Vosotros no le conocéis en absoluto! ¿Creéis eso solo con verle? ¿O son los mitos que os enseñan que ya no salís de vuestros trece? Eso es patético ¿me oís?, ¿o no os acordáis de todo lo que se dice de nosotros y lo mal que nos sienta?

-¡Pero si es solo verle y ya sabes que no es normal! ¡Mírale las orejas!

-¡Max, no!

Pero Max ya se había abalanzado sobre el otro chico. Theo bajó corriendo las escaleras, una cosa era discutir y otra muy distinta enzarzarse en una pela.

-¡Max!¡Max, para!

-¡No!

-¡Max!

-¡No, no puede ir por ahí diciendo eso!-Theo se paró al lado de Ismael, que miraba la escena bastante disgustado. Max parecía enfurecido.-¿Te crees que lo de las orejas es malo? ¿Sí? Pues te recuerdo que tú, yo y la gran mayoría aquí presente se le cambia el puto cuerpo por el de un perro, que en cuanto llegamos a la puñetera pubertad nos volvemos un mar de hormonas y somos un peligro andante, ni me compares con los brujos y brujas, porque créeme, salimos perdiendo. ¿Quieres comparar unos días de fiebre con años de hormonas lobunas subidas hasta las orejas y peleas continuas? No tenemos nada que envidiar, pero tampoco somos la envidia de nadie.-Se giró y miró a todo el equipo.-Todos somos iguales, brujos, brujas, lobos, vampiros, hadas todos luchamos contra lo mismo y pasamos por lo mismo, así que metéroslo en vuestra pequeña cabeza, nada, absolutamente nada, os hace superiores al resto.

Max se dio la vuelta y se alejó del equipo, Theo miró al chico y luego al equipo.

-Perdonad chicos.-Y con la misma salió corriendo detrás de su novio.

-¡Venga, todos! ¡A entrenar!-Ismael vio cómo se iban y regresó al campo.

Mortem (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora