Capítulo 101 Lucha de poderes.

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-¡Tú! ¡He venido a por ti!

-¡¿Qué quieres de mí?!

-¡Que me devuelvas a mi hija!

Con la misma se abalanzó hacia mí y mis amigos, nos dispersamos a tiempo de ver cómo sus garras se clavaban en el suelo, era una versión monstruosa entre un lobo y una bruja, sus manos eran grandes garras deformes y sus pies peludos estaban mezclados con grandes escamas.

-¡Yo soy tu hija!

-¡MIENTES!¡ME HAS MENTIDO DESDE SIEMPRE!-Levantó las manos hacia mí.-¡Ut Stricta!

Una cuerda del color de la sangre salió de sus manos, intentando apresarme.

-¡Ignis!-Theo lanzó el hechizo a tiempo y evitó que el lazo se enganchara en mi pie a pesar de que intenté moverme lo más rápido posible.

-¡Sucio brujo! ¡Quítate de en medio!-Mi madre enfocó toda su ira hacia él y levantó su dedo.-Stricto oxygeni.-Max le empujó y el hechizo le golpeó de pleno en el pecho.-¡Perro falso y traidor!-Gritó Ágatha.- ¡¿Y tú te haces llamar licántropo?!¡Tendrías que servirme a mí!

Ismael salió al rescate, lanzando una mesa en su dirección y haciendo que esta perdiera la concentración.

-¡Aléjate de él!

-¡Tú! ¡TÚ tendrías que venerarme! ¡Soy superior a ti!-Bramo histérica.-¡Soy tu alfa!

-¡Tú no eres mi nada!-Y con la misma transformó sus manos en garra y se lanzó sobre ella.

-¡No!-Emily corrió tras él. Decidida a protegerle a toda costa.-¡Caeca caligine!

Una niebla espesa rodeó a la mujer, pero de un solo gesto con la mano la borró y lanzó al lobo contra la pared, haciendo que cayera a más de dos metros de altura contra el suelo. Se giró hacia Emily que ya estaba conjurando.

-Mestiza. Lo huelo.

-¡Validum venenum, putridum cadaveris serpentis sanguinem!-Puso su mano en el suelo y una gigantesca serpiente negra como la noche se lanzó hacia Ágatha, que la esquivó.

-¡Poderosa y mestiza! ¡Será un gusto matarte y absorber tu poder!

-¡Ardet!-La serpiente se irguió rodeando a la mujer y apretándola, cuando ya la tenía bien sujeta estalló en llamas.

La bruja cayó al suelo humeante, más no derrotada. Emily lanzó de nuevo el conjuro y la mujer volvió a retorcerde de dolor por la intensa quemazón. Mas no se rindió.

-¡Sucia! ¡Podrida!-Estalló la serpiente en mil pedazos que prendieron en los muebles y en el papel pintado.-¡Spinam Pellis!-Cientos de espinas salieron disparadas de la híbrida para clavarse en el cuerpo de Emily, que aulló de puro dolor.-¡Spinam Pellis!

Emily cayó de rodillas al suelo, con la piel hecha trizas.

-¡Spinam Pellis!

Las espinas cada vez eran más largas, hasta que remataron por atravesar su cuerpo como si fuera un muñeco de vodoo. Ismael abrió los ojos a tiempo de ver la espina gigantesca que atravesaba el cuerpo de su novia.

-¡NO!

Vio que susurraba algo, palabras casi inaudibles.

-Te quiero, mi lobo.-Y con la misma cayó desplomada al suelo.

-¡Sepono!-El cuerpo de Emily golpeó contra la pared. Ismael se levantó furibundo, ciego de ira y de dolor.-¡Maldito perro! ¡Cierra el hocico! Argenteus catena.-Cadenas de plata le apresaron y le arrastraron hasta su novia, que permanecía quieta y ensangrentada.

Sintió el olor de la sangre, pero no sabía si era la suya o la de ella. Luchó contra las cadenas, pero no pudo hacer nada. Antes de cerrar los ojos vio como Max en forma de lobo y Theo con dos grandes bolas de energía en las manos se abalanzaba sobre la horrible mujer.

Mortem (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora