Capítulo 54 Navidad, navidad, dulce navidad...

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Me enteré de todo al día siguiente, tanto del motivo por el que Max no se presentó en la biblioteca como de la ausencia repentina de Ismael y Emily, cosa que me alegré, porque desde que había entrado al instituto se la notaba tan tímida que pensé que nunca lograría plantar cara a las brujas y mucho menos decir lo que siente. En cuanto a Max es alguien complejo, es directo, pero tenía tantos miedos.

Me enteré por Olivia unos días antes de que Theo también estaba igual, así que digamos que aconsejé de la mejor manera posible a Max, aunque la verdad es que me alegro de que terminara así.

Mañana es navidad y la verdad es que no me apetece para nada, llevo sin celebrar navidad años desde que mi madre murió. Se me hace raro aún asimilar todo eso, a pesar de que ha pasado tiempo. Pillé el móvil, pero dentro apenas había cobertura. Necesitaba hablar con mi padre, aunque fuera para decirle hola. Salí al pasillo, saludé a Olivia, que envolvía regalos en el pasillo y a Elisabeth, que empezaba a parecer cada día un poco más agradable. Me crucé con Theo y Max, que estaban hechos un ovillo en el sofá, por lo visto que el instituto estuviera prácticamente vacío era un aliciente para que esos dos se mostraran en público. Les saludé con la mano antes de salir a la puerta principal. Miraba concentrada la pantalla que por poco me llevo la puerta por delante. Ya fuera fui capaz de marcar el número y llamar.

-¡Hola! Soy Alice Douglas, llamaba por mi padre, Malcom Douglas.

-Si un momento.

Esperé unos minutos que se me hicieron eternos, quería hablar con papá, contarle que estaba bien, que todo estaba bien y que me gustaba aquel instituto, que había hecho amigos nuevos y maravillosos, que todo iba bien por primera vez.

-Hola.

-¿Papá?

-Alice, soy la doctora Andrews, ¿te acuerdas de mí?

-Sí

Sentí un nudo en el pecho, sentí que algo se rompía en mí. Algo que no quería enfrentar, algo a lo que ya me habían avisado, que es que todos los hechizos repercuten al hechizado, en muchos sentidos.

-Cielo, lo siento tanto, no pude llamarte antes, tu padre, cielo, lo siento, tu padre ha muerto hace una hora. Ha fallado todo su organismo.-No.-Intentamos reanimarle.-No.-Pero no pudimos.-No.-Hicimos todo lo posible, tu tío no contestaba las llamadas y

-Papá ha ¿muerto?

-Alice intenta respirar, Alice

Pero solo escuchaba el pitido en mis oídos, papá ha muerto, papá está muerto, por su propio conjuro de hace cinco años, papá ha muerto porque mamá quiso matarme, porque mamá quiso matarme y yo la maté. Mi padre está muerto por mi culpa. Algo se rompió en mi interior, caí de rodillas al suelo y grité, grité con todas mis fuerzas, grité y grité, no me detuve. La tierra vibraba bajo mis pies, todo se movía a mi alrededor. Alice calmate, estás perdiendo el control. Alice no puedo, no puedo, papá y mamá están muertos y la que debería haber muerto soy yo, soy yo, ¡SOY YO LA QUE DEBERÍA DE HABER MUERTO! Sentí como la energía salía de mis dedos, recorría todo mi cuerpo como chispas, quería partirme en dos, quería desaparecer. Sentía cómo todo mi poder salía de control, entraba y salía de fase, la magia me hacía desgarros en la piel mientras gritaba de dolor.

Mortem (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora