Capítulo 92 ¡Soy inferior!

7 0 0
                                    

-¡Max espera!

-Vete Theo.

-Max

Estaban en el pasillo de dormitorios, el licántropo necesitaba una ducha, pero Theo no podía dejar pasar la situación. Max estaba en la ducha, la fina mampara les separaba.

-No hacía falta discutir con el equipo.

-Sí, Theo, sí que hacía falta.

El chico se sentó en el inodoro y miró a la pared.

-No, no hacía falta, porque tienen razón, los brujos no somos distintos a como te acaban de decir.

-Sí que lo sois, tú eres distinto, eres distinto a todo el mundo que he conocido hasta el día de hoy. Y no lo digo porque seas mi pareja, lo pienso desde mucho antes de salir, desde que te conocí. No eres para nada un salido, no pienso que me vayas a ir con otro ni nada por el estilo y que digan eso me molesta.-Abrió la mampara de golpe, Theo miró pero apartó la vista al momento, turbado.-¡Y que hablen así de ti sin conocerte me molesta y mucho! Porque no lo ven, porque no se molestan en verlo, solo ven lo que quieren ver, un brujo. Y eres mucho más que eso, eres un artista con los pinceles, eres romántico, culto, inteligente, el mejor de la clase. Así que no, Theo, no lo voy a dejar pasar.

Se habían desplazado a la habitación, Max se vestía mientras Theo evitaba mirarle fijamente. Era la primera vez que le veía desnudo y sobre todo desnudo y enfadado.

-Max..

-¡No Theo! ¡Es que no puede ser así.

-Max vístete.

-¡¿Qué?!

-Que te vistas, por favor.-Max estaba con los ojos cerrados mirando a la pared.

-Ay perdona.-Se apresuró a sacar unos bóxers del cajón y se los puso.-Ya está Theo.

Este se giró, le miró, pero se dio la vuelta de nuevo.

-Más ropa.

-¿Mas ropa?

-Solo llevas los bóxers, ponte más ropa.

Max se sentó en cama y miró a Theo.

-¿Te incomoda verme?

-¿Qué?

-Que si te incomoda verme.

-No.

Theo seguía de espaldas, con la cara hacia la pared.

-¿Entonces porque no te giras? ¿Qué pasa al final sí que te molesta mi cuerpo?

-¿Molestarme?

-Los del equipo, bueno los de la manada en general, sabemos que musculamos más, pero también que nuestro cuerpo no es más que fibra y musculo, incluso en exceso, a mucha gente le desagrada eso. Entendería que a ti también te pasara, es normal.

-No es eso Max

-No te preocupes, lo entiendo.

-No, no lo entiendes.

Max se puso en pie acelerado.

-¡¿Entonces qué es?! No lo entiendo, ¿te incomoda verme? Es normal, los licántropos no somos como las malditas fantasías de novela, somos un saco de músculos y fibra, no somos agradables.

-No es eso Max.

-No mientra Theo.-Se acercó hasta poder oler su colonia.

De pronto el brujo se giró, estaban a solo unos milímetros y pudo ver que su cara estaba totalmente sonrojada.

-No me desagradas, ni de lejos, ni los licántropos sois feos, al contrario, sois hermosas criaturas con una constitución física única, podéis soportar bajas temperaturas, podéis escalar a cualquier parte sin casi esfuerzo. Así que no Max, no creo que seas un saco de músculos y fibra, lo que creo es que sois como obras de arte, esculturas perfectamente esculpidas que se pueden mover.

-Theo-Max tenía los ojos como platos.

El brujo se lanzó contra él, le besó y le contempló en silencio, era fiel a su descripción, una obra de arte andante.

-No no vuelvas a decir que eres un saco, porque no lo eres, no hay saco tan hermoso como tú.

Mortem (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora