Capítulo 59 Tio Richard regresa.

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-¡Alice!

Me giro a tiempo de ver a mi tío Richard entrar por la puerta de la biblioteca con las maletas y una gran sonrisa. Voy hacia él para abrazarle.

-Me alegro de tenerte de vuelta.

-Te dije que volvería para navidad.-Me abraza, me dejo abrazar para su sorpresa, nota que pasó algo, que pasaron muchas cosas que se ha perdido, pero no pregunta, se lo agradezco.-¿Interrumpo algo?

-Pues la verdad es que iba a tener clases hoy, pero mi profesor me ha dado la tarde libre, ¿cómo lo ves?

-¿Tu profesor? Alice a estas alturas del curso no hay profesores.

-Se refiere a mí.-Christopher levanta la mano en señal de saludo.

-Vaya, ¿a qué se debe eso?

-Suspendí un par de asignaturas y Christopher ha sido amable y me ha ayudado con las recuperaciones de Enero.

-¡Eso es genial!-Su entusiasmo es contagioso y no puedo evitar sonreír. Me acuerdo de que la primera vez que lo vi me había parecido alguien demasiado serio, pero ahora, ahora es un tío maravilloso que se preocupa por mí y por el instituto.-Bueno, yo me tengo que ir al despacho, tengo que poner cosas en orden, ya me entiendes, nos vemos a la hora de la cena.

-Sobre eso... quedaron más alumnos a parte de nosotros en navidad, ¿sería mejor hacer una cena con todos?

-Me parece una idea fantástica Ali... cia.

-Ali, Ali está bien, tío Richi.

-Por cierto, luego pásate por mi despacho, creo que tenemos que hablar algunas cosas.

-De acuerdo.

Me abraza de nuevo y se va. Siento como un gran peso en el pecho se libera de golpe y respiro al fin. Tenía muchas ganas de ver así a mi tío y también de hablar así con él, desde que llegué siento que le he alejado bastante de mí y es injusto para él.

-¿Alice?

Doy un respingo al darme cuenta de que Christopher sigue ahí, de pie, entre las estanterías. Me muero de vergüenza al darme cuenta de que ha presenciado algo bastante íntimo para mí, pero ahora ya está.

-Me dijiste que querías algo, ¿recuerdas?

-Sí,sí lo recuerdo, eh no, no lo recuerdo. Se me ha olvidado, lo siento.

-No pasa nada.

Se vuelve a la mesa y yo siento que una parte de mí se va también lejos. Respiro y salgo de la biblioteca sintiéndome extraña con un nudo en el pecho que me oprime.

Mortem (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora