—Gran Visir —llamó la Sultan al verlo bajar del corcel junto a su sobrino.—Sultana Beyhan —saludó con una reverencia— ¿Que hace aquí afuera? ¿El clima es demasiado frío y la lluvia comenzará pronto, por favor entremos.
—Estaba preocupada, Malkocoglu y mi cuñada llegaron junto al Sultán a causa de la llegada de los Jefes, pero usted y Mustafá no aparecían.
—Habíamos cabalgado muy lejos de ellos, supongo que Cerem entendió que tan pronto notáramos que ausencia volveríamos.
—Ha pasado mas de una hora Visir —comentó preocupada.
—Mustafá y yo nos estábamos divirtiendo —admitió algo apenado.
Beyhan suspiró abatida— Bien, no hay porqué pensar en eso, el almuerzo está listo y los niños nos esperan —Ibrahim asintió acompañando a la mujer hasta el comedor familiar en donde tres niños conversaban animados a la espera de la llegada de su madre y primo.
—¡Gran Visir! —el menor entre los dos hijos varones de la Sultana se acercó al Visir con disgusto plasmado en su rostro.
—Ismihan, no debes abordar a las personas de esa forma tan grosera, mucho menos al Visir —reprendió la mujer viendo como su hijo se aferraba a la pierna del hombre.
—No es ninguna molestia Señora —aseguró Ibrahim con una sonrisa— ¿Que ocurre Ismihan? ¿Por qué esa expresión?
—Mi hermano Osman cree que el Visir no participó en la guerra contra Rodas y eso es ¡Falso!
—El Gran Visir debía quedarse a cuidar del palacio en caso de que nuestro Sultán pereciera —debatió el mayor de los hermanos— nuestro primo Mustafá necesitaria ayuda para gobernar, por eso él no fue —aseguró.
—Tus palabras están llenas de razón Osman —con su brazo libre Ibrahim tomó a Ismihan y lo cargó dejándolo a la misma altura que a Mustafá— pero ese no fue el caso, yo también participé activamente en Rodas, pelee junto a nuestro señor por el bien de nuestra tierras, así tendría mas posibilidades de volver con vida —explicó tranquilo.
Ibrahim se sentó frente a Osman aún con ambos niños en brazos. Ismihan con 6 años era el mas cercano a Mustafá quien ahora tenía 5 años, ambos niños irradiaban alegría cada vez que estaban juntos, pero esta felicidad conjunta aumentaba cada vez que el Visir visitaba Constantinopla.
—Ismihan, por favor deja al Visir comer con tranquilidad, mi niño, eres muy inquieto —expresó su madre preocupada por la comodidad del hermano de su cuñada.
—No tengo problemas con los niños mi Sultana, estoy mas que dichoso de tenerlos a ambos comiendo conmigo —comentó con una sonrisa.
La mujer suspiró sabiendo que el hombre era sincero, así que rendida y a sabiendas de que no podría quitar a su hijo del regazo del Visir sin que este hiciera una rabieta, Beyhan sirvió algo de comida para el hombre su hijo y su sobrino antes de sentarse a disfrutar de la comida junto a su hija y su hijo mayor.
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El Sultan - Mi Leon
Fanfiction-Lo lamento mi Sultan, pero... No hay nada que pueda hacer. -¡¿Que me estas diciendo? Hurrem cerró los ojos resignada e impactada ante las palabras que anunciaban la muerte de una de sus mayores enemigas. -Que Allah reciba a Mahidevran en su reino.