Su mente y cuerpo se sentía agraviados casi en la misma intensidad, su cuerpo estaba adormecido y su mente apenas comenzaba a recobrar la conciencia.¿Cuánto tiempo había pasado?
—¿Te sientes mejor? —preguntó el Sultán a su lado.
La castaña tomó una buena bocanada de aire y despues de unos segundo suspiro con pesar, a pesar de haber dormido gran parte del día seguía igual de cansada.
—Me siento cansada —murmuró tratando de buscar una posición mas cómoda en la enorme cama.
Suleiman leyó sus intenciones y con gran delicadeza el hombre acomodó a su esposa en su pecho para que esta pudiera sentarse por al menos unos minutos.
—¿Te duele algo? —preguntó con gentileza a lo que ella negó.
Durante los últimos tres días despues de su cumpleaños número 19, la muchacha no recordaba realmente mucho debido a sus prolongados estados de inconsciencia. A veces despertaba con un desagradable sentimiento de pesadez y uno que otro recuerdo de haber tenido al regente sobre ella, pero nada más.
No había dolor o algún otro sentimiento acostumbrado, solo cansancio.
—Mustafá —preguntó tratando de mantenerse consciente.
—Está junto a Ibrahim y Beyhan, vinieron a visitarte hace unas horas pero seguías dormida.
—Entiendo... —murmuró apoyando su cabeza sobre el hombre.
Extrañaba a su hijo y a sus sirvientas, de alguna forma aquella extraña enfermedad que ahora la mantenía cautiva la hacía sentir totalmente desolada, como si siempre estuviera con ella aquel terrible sentimiento de soledad.
—¿Quieres comer algo?
—Estoy bien así, quiero seguir durmiendo ¿Puedo?
—Puedes.
Durante el cuarto o quizas quinto día despues de su cumpleaños aquellos sintomas comenzaron a desaparecer poco a poco, dejando como ultimo regalo unas interminables náuseas y una fiebre acompañada de horrorosos temblores.
Toda la adrenalina que había acumulado en su ser comenzó a dispararse de forma repentina dejando en ella una terrible sensación de paranoia.
Aquellos síntomas no cesaron durante días, tiempo en el que estuvo recluida en su habitación totalmente alejada de su amado Mustafá quien en lo que fue su última visita, presenció en carne propia uno de los ataques con los que lidiaba su madre últimamente, dejando a l niño totalmente hundido en un llanto preocupado.
Desde entonces la visita de Mustafá fue prohibida causando un gran dolor tanto para la madre como para el hijo quienes no estaban acostumbrados a estar tanto tiempo alejados.
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El Sultan - Mi Leon
Fanfic-Lo lamento mi Sultan, pero... No hay nada que pueda hacer. -¡¿Que me estas diciendo? Hurrem cerró los ojos resignada e impactada ante las palabras que anunciaban la muerte de una de sus mayores enemigas. -Que Allah reciba a Mahidevran en su reino.