Te casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece.
Prohibida su copia u adaptación.
II PARTE DE LA HISTORIA
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El silencio de su parte alimenta más mi curiosidad e intriga por lo que espero ansiosa su respuesta.
—Cosas sin importancia —contesta en voz baja—. No me hagas caso, estoy un poco cansado eso es todo... No quiero distraerte más, vuelve al trabajo, pero no te olvides de descansar ya vi que es bastante tarde por allá.
Sin remedio no le hago más preguntas.
—Está bien, Daddy, tú también descansa bien, dentro de poco te enviaré una sorpresa...
—¿Sorpresa?
Sonrío con picardía.
—Por el momento será una foto —aclaro tratando de no tener tan presente la locura que eso representa, pues aún sigo en el trabajo.
—En ese caso la estaré esperando —dice y por alguna razón me da la sensación de que esta sonriendo.
—Entonces hablamos luego.
—Bien, adiós baby.
Sin más termino con la llamada y en ese momento vuelvo a mirar el alrededor confirmando que sigo sola.
«Debería hacer esto en la casa».
Pero mis ansias por darle un momento de alegría no me permite esperar, pues de alguna manera quiero compensar un poco la falta de fotos y atención que no recibió de mi parte estos últimos días. Por lo que no pierdo más el tiempo y me acerco rápido a la salida y abro la puerta para mirar ambos lados del pasillo verificando que no venga nadie. Una vez lo hago cierro la puerta y corro hacia uno de los sanitarios...
—El peor lugar para una foto —digo con horror y diversión adentrándome en el cubículo que por suerte es amplío.
Entrecierro la puerta y me coloco contra la pared evitando la vista del retrete, mientras me apresuro a quitarme el sujetador por debajo de la camisa holgada que uso. Lo hago con ligera dificultad y en mi rápida búsqueda por dejar mi sujetador en alguna parte sin remedio lo coloco sobre la puerta.
Una mezcla de nervios y adrenalina estallan en mi interior por lo que contengo sin éxito las ganas de reír, pues todo me parece tan riesgoso y estúpido... Nunca antes había hecho algo semejante, pero me apresuro a calmarme y levanto un poco mi camisa dejando a la vista la parte baja de mis pechos y de esta manera adopto una postura seductora, cargada de deseo y tomo la foto. Luego me coloco en otra posición levantando más mi camisa y dejando casi a la completa vista mis pechos los cuales cubro un poco con la palma de mi mano y así tomo otra foto.
Le dirijo un corto vistazo al exterior del baño a través de la rendija de la puerta entreabierta y sonrío con alivio notando que sigo sola, por lo que me enfoco de nuevo en mi celular. Y me apresuro a recortar un poco las imágenes evitando que se muestre algo del lugar poco romántico en el que me encuentro, así que una vez terminó le envío las fotos...
