Te casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece.
Prohibida su copia u adaptación.
II PARTE DE LA HISTORIA
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Me dispongo a responder más mensajes y en ese instante noto la ausencia de Suga. Él no me ha escrito en todo el día, ni mucho menos me ha llamado y eso me hace saber que debe estar más que furioso. Y no lo culpo, pues creo que fui demasiado cruel al ignorar todas sus llamadas y mensajes, por lo que sin esperanza de recibir una respuesta de su parte me dispongo a enviarle un saludo que seguro desatara más su ira.
Yo: Buenas noches, Suga.
Me sorprende la rapidez con la que lee el mensaje, pues parece que estaba esperando que le escribiera y quizá que también le enviara videos y fotos con poca ropa para pedirle perdón. Pero creo que descubrir que eso no pasara lo molesta más, pues los segundos transcurren y la respuesta a mi saludo nunca llega. Me deja en visto y se vuelve a desconectar haciéndome liberar una carcajada.
«Mi venganza anticipada con él no está nada mal».
En medio de mi ataque de risa me dispongo a enviarle un último mensaje.
Yo: Daddy, si me eres infiel espero que sea con una japonesa rubia, fitness que tenga un tatuaje de gato en la espalda, feliz noche.
Me dispongo a leer los mensajes de Félix, pero en ese momento miro que lee mi mensaje y llega una respuesta inmediata de su parte.
Daddy: ¿Tan poco me quieres? ¿Me ves cara de Taehyung para sugerirme eso?
Contengo las ganas de reír, pues me conmueve y a la vez me hace sentir mal.
Yo: Era una broma.
Daddy: Claro, pero si tuviera que buscar a una amante no me fijaría solo en su físico.
Daddy: Quizá buscaría a alguien que sepa cantar...
«Golpe bajo, porque no sé cantar».
Como si lava volcánica se filtrara en mi torrente sanguíneo siento que todo mi cuerpo se calienta, pues el enojo emerge de su escondite y se apodera de mí. Pero finjo que eso no me molesta, lo conozco y sé que trata de vengarse. Por lo que tomo una respiración profunda y haciendo uso de mi inteligencia me apresuro a responderle.
Yo: En eso estamos de acuerdo.
Yo: En mi caso si pudiera elegir a un amante sería un pintor que le guste hacer retratos nudistas, para que me retrate de distintas maneras.
Al instante miro que lee mi mensaje, pero se desconecta y vuelve a dejarme en visto desatando mi risa...
«Di en el blanco».
No me preocupo por esperar una respuesta de su parte y sin más me dispongo a responder otros mensajes.