Te casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece.
Prohibida su copia u adaptación.
II PARTE DE LA HISTORIA
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Por suerte Lisa no me ha hecho preguntas sobre mi relación con Suga, pero por dentro me muero de ganas por interrogarla y saber un poco más de su pasado...
«Calma ya llegara el momento».
En el fondo me siento un poco extraña asistiendo a una pijamada, pues el doloroso vacío que me ha dejado este distanciamiento con los chicos, luego de pasar casi dos noches fuera de la casa sin decirles en donde estoy y cortar con cualquier medio de comunicación con ellos; todo esto me hace sentir culpable y a la vez tan sola, insegura, pero también me recuerda a mi antigua yo...
Recuerdo a la chica que era en mis tiempos de soltería, en donde no tenía en mente que alguien me esperaba en la casa, no me preocupaba por nada y no le rendía explicaciones ni siquiera a mi madre.
«El amor vino a terminar con todo eso».
Luego de hablar sobre diferentes cosas sin relevancia con Lisa en todo el camino, por fin nos adentramos al ascensor que lleva al penthouse de Rose.
Ha sido difícil fingir que no me pasa nada delante de ella, ya que a cada instante viene a mi mente el recuerdo de mis esposos. En este momento de silencio en el que estoy atrapada entre las paredes metálicas del ascensor, fuera de la atención de Lisa que responde unos mensajes en su celular; tengo más presente que a esta hora ellos deben saber la noticia de mi trabajo. Jin, debió contarles lo que le dije y sus posibles reacciones ante eso y mi ausencia esta noche, me generan ansiedad y hacen que quiera detener el tiempo para retrasar la llegada del momento en que tenga que enfrentarlos mañana.
«Si las cosas siguieran como antes con Jungkook y Suga, seguro estarían volviéndose locos para encontrarme».
Por un segundo me siento tentada a encender mi celular, ya que la culpa me invade en el peor momento. No busco preocuparlos con mi ausencia, como tampoco quiero ocasionar más problemas...
«Pero necesito mi espacio... No puedo ponerlos de nuevo antes que mi propia salud mental y emocional, necesito al menos digerir la situación».
Desisto de la idea de encender mi destrozado celular y me quedo quieta, pues quiero evitar el riesgo de que ellos me llamen sin parar en plena pijamada con las chicas.
«Ya tuve suficiente con el descubrimiento de Lisa».
La miro y sonrío sintiendo más curiosidad por lo que menciono sobre Suga, pero en esta ocasión me reservo mis preguntas debido a que no quiero que también me interrogue.
—Las demás están esperándonos —avisa Lisa mirando la pantalla de su celular.
Fuerzo una sonrisa en el intento de mostrar emoción.
—Genial, entonces a comer pizza y helado se ha dicho...
Lisa, se echa a reír luciendo demasiado divertida.