61: Primera vez

3.9K 278 125
                                    

|TN|

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|TN|

En ese momento Jiho se pone de pie con Hana, él nos sonríe y toma la botella de champan que dejo Soo en el piso y camina llevando de la mano a su novia amiga.

—Vuelvo en un rato, estaremos bien si nos quedamos quietos en este punto del mar —avisa él tranquilizador.

—Buenas noches —digo mirándolos a ambos.

—Igualmente —musita Hana sonriente.

Una vez cruzan la puerta que lleva a los camarotes me vuelvo hacia Hobi. Camino despacio hacia él, meditando la posibilidad de hacerle preguntas debido a que la prudencia parece haberse ausentado en mí y en su lugar solo queda mi curiosidad. Por lo que lo miro con atención demasiado tentada en buscar respuestas de una vez... Él se pone de pie y se encarga de acortar la distancia entre nosotros y me abraza.

—¿No te gusta esa canción? —pregunto frenando su intención de besarme.

Se queda inmóvil y me mira confundido.

—La canción que acabas de pedirle a Jiho que quitara —aclaro forzando una sonrisa.

Guarda silencio unos segundos y pronto sus labios forman una pequeña sonrisa.

—S-Si, es solo que no me gusta —contesta con calidez y sonríe para luego dejar un corto beso sobre mis labios.

—¿Por qué? ¿No te agradan las chicas del grupo o qué? —inquiero fingiendo desinterés.

Su sonrisa pierde amplitud y me mira con atención.

—No es por nada en especial, solo no me gustan sus canciones —contesta secamente.

Asiento despacio fingiendo que le creo.

—¿Alguna vez has hablado con alguna de ellas? —inquiero sonriente.

Tarda unos segundos en responder.

—Solo las he saludado en eventos —dice cortante.

«Jungkook, no dice lo mismo... ¿Por qué me mientes amorcito? ¿Por qué?».

Me río.

—¿Qué es tan gracioso? —inquiere con seriedad.

—Nada... Es solo que ustedes son los grupos más famosos del país, así que me parece raro que no fueran amigos de ninguna de ellas —contesto en voz baja y acaricio sus hombros en el intento de aliviar la notable tensión que le invade.

—No existe nada de mi parte con ellas, pero no sé los demás —aclara en voz baja.

La seriedad en su semblante termina con el pequeño esbozo de una sonrisa y acorta la distancia entre nuestros rostros.

—Deberíamos ir a la cubierta superior para besuquearnos y...

—En realidad ellas me parecen muy simpáticas —interrumpo—. ¿Por qué no trabajan juntos en algún proyecto?

MIS SIETE SECRETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora