Te casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece.
Prohibida su copia u adaptación.
II PARTE DE LA HISTORIA
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Sin decir más Félix camina despacio en dirección a su camioneta en compañía de sus guardaespaldas, pero en todo momento noto que voltea a ver hacia mi dirección y luego se vuelve hacia los chicos que permanecen quietos y lo miran mucho...
—¿Por qué se preocupa tanto por ti? ¿Por qué? —inquiere Jimin entre dientes apretados.
«Son capaces de todo».
Las palabras de las chicas resuenan en mi mente, mientras tengo presente las cosas que me hablaron de ellos dos...
«Jisoo, quizá tenía razón sobre ti».
Miro con atención a Jimin, pues con lo que acaba de hacer frente a mi lugar de trabajo, me orilla mucho a creer que ella no exagero en las cosas que me conto...
Félix, por su parte entra a su camioneta y pronto se pone en marcha dejándonos solos. En ese momento me enfoco en los chicos que se quedan de pie y me miran con atención, están molestos, pero en esta ocasión eso únicamente alimenta mi furia...
—¿Estas bien? ¿En dónde te lastimaste? —pregunta Tae con ligera preocupación mirando mis manos en lo que camina hacia mí.
—No es nada, estoy bien —contesto cortante y me enfoco en Jimin que se acerca despacio, pero me mira con ligero arrepentimiento.
La soledad y el silencio que prevalecen en el lugar me indican que llego el momento de enfrentarlos, pues incluso su chofer vuelve al interior de la camioneta y nos deja solos.
Pero al sentirme observada por ellos, mi fuerza de voluntad se debilita y en todo lo que puedo pensar es en el gran amor que siento por cada uno. Estoy furiosa y muy dolida especialmente con Taehyung, pero no quiero lastimarlo... No quiero lastimar a ninguno, por lo que siento unas inmediatas ganas de alejarme y evitar esta plática para no ser quien cometa una locura esta vez.
—¿Nos vamos? —pregunta Taehyung en un tono tranquilo, pero serio.
Lo miro con atención.
—Me quedaré en un hotel —aviso secamente.
Me mira sorprendido y se acerca más rápido.
—¿Hotel? Ni de broma, no voy a permitir que pases la noche en un lugar así —afirma preocupado.
—No te estoy pidiendo permiso y además se trata de un hotel, no exageres... Eso será mucho mejor que pasar otra noche de tormento en el apartamento —digo sin poder ocultar la tristeza en mi voz al recordar el motivo.
«Jungkook».
Taehyung, se detiene a una corta distancia, me mira con mayor preocupación y aunque parece que sigue molesto mi intención de poner distancia con todos, lo sensibiliza, derrumba esa muralla de fuerza y seguridad emocional en él. Por lo que distingo un brillo de tristeza en sus ojos, se acerca un poco más y trata de tomar mi mano para ver mis rasguños, pero evito el contacto con brusquedad y retrocedo mirando nerviosa en dirección a la empresa.
