Te casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece.
Prohibida su copia u adaptación.
II PARTE DE LA HISTORIA
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|TN|
No me quedo a escuchar sus reproches y avanzo de prisa en dirección a la camioneta, aunque en el instante que entro me doy cuenta de que no hice otra cosa más que encerrarme para escucharlos... Ellos se acomodan en los asientos a mis lados, en cuanto cierran las puertas el chofer se pone en marcha y de esta manera nos alejamos de la empresa. El silencio que prevalece en el lugar se carga de incomodidad, pues a pesar de que intento concentrarme en mirar las calles por la ventana, puedo sentir las miradas furiosas de mis esposos.
—¿De dónde lo conoces? —pregunta Taehyung en un tono frío.
«Era imposible que dejaran pasar así como si nada lo de Félix».
Me quedo callada, finjo que no lo escucho y eso parece enfurecerlo más debido a que toma mi mano con suavidad. Eso me incomoda mucho al instante, ya que no olvido que el chofer sigue presente, así que sin pensar intento romper la unión de nuestras manos. Pero él no lo permite, me sujeta con más seguridad la mano y acerca despacio su rostro. Pronto su cálida respiración choca contra mi oído y su acción me molesta tanto que esquivo su cercanía, le dirijo una mirada fulminante y trato de liberarme de su agarre con disimulo.
—Taehyung —digo casi en un aviso de que está colmando mi paciencia.
—Quiero saber...
«Y yo no quiero volverte loco».
—¿Él es importante para ti? ¿Desde cuándo lo conoces? —pregunta más curioso, celoso.
Me quedo callada dudando en responder, pues creo que hablar de eso en este momento no mejorara la situación.
—También quiero saber, ¿De dónde se conocen? —inquiere Jimin en un susurro cerca de mi oído.
—No pregunten tonterías, no somos nada de lo que están pensando —replico mirándolos a ambos.
—No son tonterías —afirma Tae.
—Sí lo son...
Jimin, libera una maldición y noto que se remueve demasiado inquieto en el asiento como si tratara de controlarse.
—No son tonterías, te vi —exclama Taehyung furioso.
Unos celos descomunales se asoman en su oscura mirada, ya que su máscara de calma y comprensión se está desmoronando, mientras su mano sujeta con más fuerza la mía como si con eso quisiera retenerme para siempre a su lado y a la vez llevarme lejos de cualquier posible amenaza...
«¿Se siente amenazado por Félix?».
—Suéltame —ordeno molesta.
Un brillo de tristeza crece en su mirada y aunque suaviza su agarre, noto la irracional negación en su mirada.
—Taehyung —llamo exhausta intentando terminar con la unión de nuestras manos.
