66: No dejes de quererme

3.2K 362 67
                                    

|TN|

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|TN|

El pánico se apodera de mí, por un instante pienso en correr hacia la habitación y ocultarme, así que avanzo rápido hacia la puerta que lleva a los camarotes.

Su mirada glacial se descongela y en esta destella el enojo y la expectativa, mientras que su actitud seria se termina con la presencia de los celos, pues enseguida noto que incluso su respiración se vuelve agitada y se remueve en su asiento como si estuviera desesperándose por recibir una respuesta de mí parte.

Tn —llama con fuerza.

—N-No es lo que estás pensando —digo con rapidez tratando de cubrirme más con la sabana al caminar y sostener la ropa.

—Hana —grita Jiho casi estallando mi cabeza por el dolor de cabeza.

Tn... ¿Qué hiciste? —interroga como si pensara en lo peor.

—¡Hana! —grita ese idiota sin saber que su presencia me metió en problemas.

—No hice nada de lo que estás pensando, yo...

—Ni siquiera intentes mentir, ¡Te estoy viendo! ¡¿Qué diablos quieres que piense?!

Me detengo y lo miro sorprendida, ya que él nunca suele gritarme, perder la calma y mucho menos mirarme de esa manera que me hace sentir terrible: no soporto saber que está sufriendo por mi culpa.

—¿Por qué te quedas callada? Habla, vamos dime la verdad —ordena con una nota de angustia al final.

—No estuve con ningún otro chico —aclaro en voz baja para que Jiho no escuche.

—¡Hana!

—¡Cállate! —grito furiosa asustando a Jiho que se pega más a su asiento y me mira confundido, temeroso.

No me quedo más tiempo allí y bajo rápido por las escaleras buscando más privacidad.

—No me mires así, te juro que no te engañe con otro chico —afirmo preocupada y cierro la puerta de la solitaria habitación y me vuelvo hacia él.

La incredulidad prevalece en su semblante, mueve la cabeza en una negatoria y fuerza una sonrisa que termina en una mueca de molestia... Por lo que medito la posibilidad de terminar con la llamada y hablar cuando se calme, ya que dudo que mis palabras solucionen algo por el momento.

Lo peor es que no me sorprende que Hobi permitiera algo así... Siempre te complace en todo, ¡Todo! ¡Sin pensar en lo que los demás sentimos!

—¡Basta! ¡Te estoy diciendo que no pasó nada con él!

—No te creo —exclama.

El enojo se cuela en mi interior.

—Entonces no lo hagas, es tu problema —replico.

Me pregunto, ¿Qué pensarías si me vieras desnudo asolas con otra mujer...? ¡¿Qué sentirías?!

MIS SIETE SECRETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora