Te casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece.
Prohibida su copia u adaptación.
II PARTE DE LA HISTORIA
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
|TN|
La miro con asombro por unos segundos a sabiendas de que no puedo insistir en que se quede o mentirle, fingir que no pasa nada sin siquiera saber la opinión de Hobi. Pues a pesar de que estoy un poco ebria y disfruto mucho de todo lo que está pasando, no puedo pasar por alto lo que realmente quiere Hobi y mucho menos poner en una situación incómoda a Soo...
En la ausencia de mi voz me quedo callada y enseguida busco la mirada de Hobi, pues dejo que la respuesta recaiga sobre él que pronto deja de besar mis pechos y se vuelve hacia Soo.
—Lo siento, no quería hacerte pensar que no deseo estar contigo... Es solo que creí que alguien quería huir de mí y dejarme con ganas —explica esbozando una pequeña sonrisa al mirarme de nuevo.
Lo miro con alivio y sonrío.
—Estoy borracha, no estúpida, nunca podría perderme de esto —digo mirando con deseo su dura erección.
Me río y vuelvo a ver a Soo.
—¿Vienes? —inquiero alargando mi brazo hacia ella para que tome mi mano.
Me mira con atención por unos segundos y sonríe mirándolos de una dulce manera a ambos.
—Ven —dice Hobi mirándola.
—Sí, ven —insisto dando pequeños saltos sobre él en lo que mantengo mi brazo extendido a la espera de que tome mi mano.
Ella se ríe y sin más se acerca
—Está bien, yo tampoco quiero perderme de esta delicia —avisa con provocación alternando su vista entre mi esposo y yo.
Gatea hacia nosotros y pronto se coloca detrás de Hobi, pasa sus manos por su espalda y deja cortos besos sobre su cuello mirándolo a los ojos en todo momento. Por lo que sonrío, me encargo de besar también la suave mejilla de mi esposo y pronto siento que vuelve a adentrarse en mi interior, mientras uno de sus brazos rodea mi cintura y con su otra mano se ocupa de acariciar los muslos de Soo.
Con cada embestida de su parte siento que mi respiración se corta, pierdo la facultad de hablar y únicamente gemidos se escapan de mis labios. Por momentos estos se convierten en gritos y pronto siento que los labios de Hobi recorren mi cuello haciéndome casi delirar. Por lo que cierro los ojos, lo abrazo con fuerza y en ese momento mi rostro se encuentra con el de Soo que besa uno de los hombros de él. Gime contra mi boca debido a que una de las manos de Hobi le brinda placer al tocar su intimidad, por lo que nuestras respiraciones se mezclan creando en un caos y en medio de mi deleite la miro a los ojos.
No lo pienso más y sujeto la parte trasera de su cabeza y la acerco a mí besándola con intensidad, mientras Hobi se apiada de mi cordura y suaviza un poco sus embates. Por lo que con mi mano libre le revuelvo el cabello, mientras devoro los labios de Soo.
Él por su parte mantiene su rostro oculto en el hueco de mi cuello, acaricia mis glúteos y pronto me da un fuerte embate que me hace terminar con el beso y gimo con más fuerza. En ese instante noto que él se voltea un poco, besa los labios carmesí de ella y por la excesiva cercanía noto el juego que crean sus lenguas en el interior de sus bocas. Ella sujeta con ambas manos su rostro alargando el beso y no dudo más, me uno a ellos. Beso la mejilla de mi esposo, mientras acaricio el cabello de Soo y luego me encargo de besar la unión de sus labios recibiendo en el acto besos por parte de Soo y luego de Hobi, estos llegan entremezclados y me provocan cerrar los ojos. Pues me concentro en el placer que me provoca montar su dura erección...