The Chosen One: Gohan × Mushoku Tensei.

Capítulo 68: Responsabilidad.

El momento en que la Hidra exhaló su último aliento, la prisión de cristal se deshizo en pedazos.

Zenith seguía viva, inconsciente, pero respiraba.

Vio una gran cantidad de cristales mágicos enormes cercanos a donde se encontraba, junto a varias piedras mágicas con forma de escamas que parecían haber pertenecido a la Hidra. Además, al fondo de la habitación, encontraron muchísimos objetos mágicos dispersos por el suelo.

Si se vendiera todo lo que había en esta habitación, podrían ser asquerosamente ricos, pero nadie en la habitación se lanzó a por la montaña de tesoros.

Hasta Rudeus se sorprendió de su desinterés y la forma casi automática en la que estuvo actuando en esta situación.

Gohan sentía como si estuviera en un sueño al no sentir que era él el que movía su propio cuerpo. Respondía de forma automática pero las palabras no pasaban por su cerebro, como si alguien ajeno a él estuviera manejando su cuerpo mientras yo observaba.

Él mismo tuvo que cremar en ese lugar los restos de Paul; ya que, aunque su intención era llevarlo de vuelta con él, no lo dejaron. Parece ser que esto es lo que hay que hacer cuando muere algún compañero en el Laberinto, así que hizo lo que le indicaron.

Lo único que quedó de Paul fueron 3 objetos que servirían como reliquias familiares.

La coraza de medio pecho, hecha de una fina capa de acero.

La daga que aumentaba su potencia cuanto mayor fuera la armadura de su oponente.

Y finalmente, la fiel compañera de Paul, la espada con la que lleva viéndolo entrenar desde que nació.

Bajo el fuego de su magia, Paul no tardó nada en convertirse en una pila de huesos. Elinalise lo advirtió de que no debía enterrar sus restos o podría llegar a levantarse como un monstruo esquelético, por lo que tan solo Rudeus le quitó un pequeño hueso que llevárselo a casa para poder enterrarlo.

El resto Gohan lo hizo cenizas.

Rudeus hizo un pequeño relicario con magia de Tierra y colocó el hueso en su interior.

- ...

- Volvamos a Lapan.

.

..

...

En el viaje de regreso, Gohan estuvo totalmente distraído. Aunque no fue un estorbo, podía hacer su función, pero no a comparación de antes.

Rudeus sí fué un estorbo en todos los sentidos. Los pasos seguros con los que había conquistado este Laberinto desaparecieron dando paso a gran cantidad de errores.

Estaba seguro de que si Roxy no hubiera estado a su lado, habría podido activar sin querer alguna trampa.

Siguió utilizando sus hechizos para acabar con los monstruos, pero no fueron ni de lejos tan certeros como hasta ahora.

Aunque nadie en el grupo los recriminaron nada de lo que hicieron mal. Ni Elinalise, ni Roxy, ni Talhand, ni siquiera Gisu...

Nadie le dedicaron palabras de queja, ni de apoyo. Ninguno sabía qué decir.

Al tercer día, por fin salieron del Laberinto; y en este tiempo, todos se habían ido turnando para cargar con Zenith la que seguía inconsciente y ni siquiera en los momentos de intenso por el combate hizo por despertar. Este hecho aumentó en gran medida su ansiedad, pero que se veía controlada debido a que seguía respirando en todo momento.

Sabía que tuvieron que hablar con el grupo base al regresar a la ciudad, pero no recuerda qué se dijo; sabía que Elinalise y Gisu les explicaron todo a Shera, Vera y Lilia, pero ni prestó atención, ni tenía nada que decirles.