My Favorite Neighbor

37-. Tienes un problema

Después de haberme alejado un par de metros de la escuela, la irritación bajó, pero aun no podía dejar de fruncir el ceño. Había creado un plan maravilloso para regresa a UK y ahora por simple venganza de aquella mujer, todo se había ido al diablo.

Respiré profundamente.

Ahora que estaba algo calmada, me daba cuenta de que mi comportamiento había sido algo infantil al echarle en cara a Matterazzi todo lo que Zayn y yo hacíamos. Pero no me arrepentía, se lo tenía bien merecido la perra esa.

Dejé de caminar cuando mi celular empezó a sonar. Era un mensaje de Zayn.

"¿Por qué estás tan molesta?"

Mi ceño se frunció aun más por la sorpresa de aquella pregunta. Miré a mi alrededor para asegurarme de que Zayn no estuviera cerca, y cuando estuve segura de ello le contesté.

"¿Como sabes que estoy molesta?"

-Porque puedo verte.

Estuve a punto de sufrir un ataque al corazón. Pero todo se quedó en un estremecimiento al escuchar su voz contra mi oído.

-¿Qué haces aquí? –miré detrás de él-. ¿Dónde está Niall?

-Niall se quedó dormido después de devorar todo lo que había en el refrigerador.

Sí, bueno, eso era típico de Niall. Él solía comer mucho cuando estaba triste, cuando estaba nervioso, feliz o emocionado. Niall solía comer siempre.

-Y yo estoy aquí porque sentí la necesidad de verte. Algo en mi me decía que me necesitabas y creo que no me equivoqué –escudriñó mi rostro-. ¿Quién te hizo enojar? ¿Fue Giorgio? Si es así ahora mismo voy y...

Lo tomé del brazo para evitar que fuera a hacerle un escándalo a la persona equivocada.

-Zayn, él no hizo nada.

-¿Quien, entonces?

Su ceño se frunció levemente.

-Ahora no quiero hablar sobre eso, mejor bésame.

-¿Aquí? –miró a nuestro alrededor-. ¿Segura?

Lo tomé de las mejillas y lo besé.

No me importaba que alguien pudiera vernos, yo era suya y él era mío, y ya no íbamos a escondernos más para demostrarnos nuestro amor.

Me separé de él cuando el aire comenzó a faltarme, pero en cuanto me recuperé, Zayn se abalanzó sobre mis labios nuevamente.

-Vamos a casa –le sonreí-, muero de hambre.

-Violett, hablo literalmente cuando dio que Niall terminó con todo lo comestible de tu departamento.

-¿Todo?

-Todo. De lo único que lo escuché quejarse fue de un queso que guardabas en el refrigerador y que no le había gustado para nada, pero también se lo comió.

-Genial –el sarcasmo no podía ser más evidente en mi vos-. Tendré que ir al supermercado.

-O... primero podríamos ir a comer. Dime, ¿qué se te antoja para hoy?

-Lo que sea.

Zayn sonrió.

-Pues muy cerca de aquí hay un hotel, podríamos ir y tú podrías comerme –me guiñó un ojo-. Si sabes lo que quiero decir, ¿no?

-Hablo enserio, tengo hambre.

-Bien, ¿qué prefieres, comida italiana o francesa?

-Me conformaría con una hamburguesa.