El tiempo seguía corriendo y yo desconocía cual era la dirección que mis pasos deberían tomar a partir de ahora. Ir a la comisaria y comunicar la conjetura a la que Zayn y yo llegamos sonaba como lo más sensato, la opción más viable pero ya no lo creía así.
Nada sugería que lo ocurrido en mi departamento fue obra de la mafia —al parecer ahora exterminada— que acabó con la vida de mi padre. Para mí todo esto era el resultado de una casualidad, una fatídica casualidad; sin embargo, la manera en la que todo señalaba a la intromisión en mi hogar como un ataque personal, creaba dudas en mí.
Navegaba en un mar de incertidumbre, careciendo de un rumbo propio, a menester de las olas, siguiendo sus caprichos hasta encontrarlo; Zayn era ese faro que se aseguraba de guiarme a casa.
—Es fascinante ver la concentración en tu rostro —dirigí la vista en dirección al lugar donde la estancia se unía con la cocina—, aunque resulta preocupante. Cuéntame, ¿qué estas pensando?
Tomé la taza que Zayn me ofrecía creyendo ingenuamente que contenía café, mi cara debió ser memorable al percatarme que se trataba sólo de té.
—Considero innecesario ir a la estación de policías —admití conectando mi mirada con la suya. Sorprendentemente Zayn no emitió palabra alguna, limitándose a beber de su tazón—, ya comprobamos que mi asunto no tiene relación con los narcotraficantes que mataron a mi padre.
Zayn aguardó pacientemente y no habló sino hasta que yo terminé de hacerlo. Se encontraba tan sereno y desconocía el motivo.
—No te equivoques. Concluimos que esos narcotraficantes no tuvieron que ver con el misterioso arreglo de flores que recibió Elizabeth, sólo eso —recalcó.
Asentí concediéndole la razón. Pero, ¿cuál era la probabilidad de que un cartel extinto estuviera detrás de este desastre?
—Es imposible que esas personas sean las responsables de lo sucedido —dije, respondiendo a mi pregunta no expuesta—. Todos ellos se encuentran encarcelados. Su cartel ya no existe y aunque existiera, ¿cuál sería su motivo para ir tras mí? Asesinaron a mi padre, ya obtuvieron su venganza.
—A pesar de todo, creo firmemente que los hechos fueron perpetrados por alguien que te conocía a fondo, quizás no Haynes pero... —sus palabras dejaron de tener importancia al ser interrumpidas por un resoplido que él mismo emitió—. Tal vez estoy siendo algo paranoico al respecto mas no puedo evitarlo —dejó su asiento, un segundo después Zayn ya se hallaba junto a mí, tomando mis manos entre las suyas—. Tengo este sentimiento que no me deja tranquilo. Tengo miedo de perderte, Violett.
—Eso no ocurrirá —aseguré, contemplando la angustia reflejada en sus ojos—. Estaré contigo para siempre.
—Para siempre —repitió saboreando aquellas dos simples palabras con un gran significado. Yo no solo le prometía quedarme a su lado hasta el final de mis días, mi juramento iba mucho más lejos que eso. Yo le aseguraba amarlo incluso en la muerte o después de ésta, en mi siguiente vida o en la que seguía de esa. Yo prometía amarlo eternamente.
El hechizo al cual esos ojos color miel me sometían terminó con un simple toquido a la puerta.
—Iré a darme una ducha —avisé—, después de todo que aún tengo que ir a la escuela.
Zayn no hizo ademán de querer protestar, incluso parecía saber exactamente cada una de las palabras que utilicé. Él estuvo preparándose desde el instante en que mencioné mi desinterés por ir a la jefatura de policías, haciendo sus propias conjeturas que terminaron guiándolo hasta este punto.
Traté de permanecer en el baño el menor tiempo posible. Extrañamente ya no me sentía cómoda estando sola e iba a ser un gran inconveniente pues la soledad resultaba ser mi única acompañante. Al final del día solo quedábamos ella y yo.
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My Favorite Neighbor
Fanfiction¿Cuánto tiempo puede resistir el amor a la distancia? O mejor aún, ¿cuánto puede resistir al abandono? Violett está segura que toda una vida. Pero toda su vida da un giro de 180º cuando decide ir al Liceo De Artes De Venecia y conoce a su nuevo veci...