49-. El primer mes

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Abrí los ojos con algo de pereza; sin embargo, esa sensación se desvaneció con rapidez al percatarme de la ausencia de Zayn.

Inclusive llegué a pensar que su regreso había sido solo un sueño y que él permanecía en Florencia como lo había planeado, pero entonces, Zayn apareció en la habitación sosteniendo una charola con lo que parecía ser mi desayuno.

-Buenos días, preciosa –colocó la bandeja sobre la mesa de noche y después se acercó a besarme en los labios-. Espero que te guste lo que te preparé –tomó asiento junto a mis piernas.

Desvié la mirada hacia el reloj y entonces me percaté de la hora. Eran poco más de las seis y media.

-Gracias por el desayuno, pero no podré probarlo –intenté moverme lejos de la cama pero Zayn me lo impidió colocando sus manos a mis costados, acorralándome contra el colchón-. Necesito salir de aquí o terminaré llegando tarde a la escuela.

-Tengo una solución para eso –comenzó a impulsar su rostro hacia el mío-. No vayas hoy a clases.

Coloqué la palma de mi mano en su frente para mantenerlo a raya.

-¿Qué pasó con eso de "la escuela es una prioridad"? –en la última parte de la frase hice una mala imitación de su voz.

-Sabes que mentía cuando lo dije –comentó con una sonrisa cínica.

-Debo irme, Zayn –dije y en respuesta él se apartó de mí, aunque claro, no lo suficiente como para poder huir.

Zayn permaneció en silencio durante algunos minutos, solo observándome y eso me inquietaba, pero por fortuna decidió comenzar a hablar.

-Lamento haberme quedado dormido...

-Zayn... –negué inmediatamente-, todo está bien, ¿sí? Entiendo que estuvieras cansado, el viaje fue muy largo y... –me detuve cuando él comenzó a acariciar mis labios con ayuda de uno de sus pulgares.

-El viaje no fue tan largo –aclaró-, dos horas y media es un lapso de tiempo soportable...

Mientras él hablaba me resultaba imposible dejar de observar sus labios. Lucían tan carnosos y apetitosos esta mañana.

-...lo que no me resultó tolerable fue pasar esas noches sin tu compañía –sus dedos descendieron hasta mi barbilla-. Me costó tanto conciliar el sueño sin ti...

No lo dejé hablar más y con un solo movimiento eliminé la poca distancia que había entre nosotros. El llevó una de sus manos a la base de mi cuello y la otra la enterró en mi cabello, profundizando nuestra unión.

Zayn poco a poco me recostó sobre la cama y en cuestión de segundos se posicionó encima de mí cuerpo. Sus manos se apresuraron a deshacerse de mi blusa y sus labios descendieron hacia la cumbre de mis pechos, besándolos sobre la fina tela del sostén.

-Apresúrate a quitarme el sostén –murmuré a duras penas-, debo llegar a clases a la segunda hora.

-Llegarás a tiempo, preciosa –aseguró poco antes de que su boca descendiera por mi estomago.

-¡Zayn! –lo reprendí cuando comenzó a succionar con fuerza la piel de mi vientre.

Él alzó un poco el rostro y me sonrió.

-Debo reponer los que comienzan a borrarse –llevó sus manos hasta el borde de mis pantaloncillos cortos y los sacó por mis piernas al igual que mis bragas.

Su lengua exploró cada centímetro de mi ser, se hundió hasta lo más hondo de mi ocasionándome una serie de gemidos.

Zayn subió de nueva cuenta a besar mis labios mientras llevaba sus manos hacia mi espalda, desprendió mi sujetador, y entonces fue oficial, me encontraba completamente desnuda ante sus ojos ansiosos.

My Favorite NeighborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora