35-. Eso se acabó

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La alarma sonó puntual, como todos los días, pero en esta ocasión yo me le había adelantado.
Tenía poco más de media hora despierta pero no me había movido por temor a despertar a Zayn. Él lucía tan tranquilo que me parecía una barbaridad cambiar ese estado, pero lastimosamente debía hacerlo.


-Zayn –deposité un par de besos a lo largo de su pecho-, despierta.


Él reaccionó pero no de la forma en la que hubiera querido, o bueno, sí. Zayn me abrazó aun más fuerte contra su cuerpo.


-Zayn...


-¿Serviría de algo si te suplico que no vayas?


-Creo que no. Lo siento.


Zayn soltó su agarre, pero sólo un poco, lo suficiente como para verme a la cara.


-Por lo menos lo intenté.


Sonreí.


-Dime, ¿te gustó tu anillo?


Hasta entonces noté el gran peso que había adquirido repentinamente una de mis manos. Mire aquel regalo y de no haber estado acostada seguro me hubiera ido de espaldas. La piedra preciosa que había en aquella sortija era enorme. La más grande que había visto en toda mi vida.


-Es...whao...


Repentinamente me había quedado sin palabras.


-Me alegra que te gustara –Zayn tomó mi mano y la besó, si aquella misma que orgullosamente portaba aquel anuncio. Yo era su novia. Era suya y por fin todos lo sabrían-, pero no va a ser nada comparado con el que voy a entregarte cuando te pida que seas mi esposa.


«Tema escabroso». Gritaba mi cerebro una y otra vez.


-Por mi está bien, sólo ten en cuenta que la piedra no pese más que yo, pues podría romperme un dedo.


Zayn rió.


-Lo tengo.


De mi boca salió un gemido al sentir a Zayn besándome en lugares que solamente él había besado.


-No te imaginas lo que causan en mí tus gemidos.


-Te aseguro que lo sé. Ahora mismo el efecto está clavándose contra mi cadera.


Sonrió antes de besarme en los labios.


-Márchate a la ducha antes de que no pueda controlarme y termine amarrándote a la cama.


A pesar de lo excitante que resultaba aquello, me levanté pues la erección de Zayn era más insistente con cada segundo que pasaba.


Al entrar al baño extremé precauciones y coloqué el cerrojo, pues a pesar de lo mucho que me gustaría compartir la ducha con Zayn, debía llegar a la escuela, ya ni siquiera pensaba en llegar temprano, simplemente llegar sería todo un logro.

***

Acababa de colocarme los pantalones cuando Zayn apareció de nuevo en la habitación.


-El almuerzo está servido, preciosa.


Discretamente miré el reloj. Quizás tuviera tiempo para una taza de café.


-Me estás consintiendo demasiado, Zayn.


-Te lo mereces


Me atrapó entre sus brazos nuevamente antes de besarme, y maldijo sobre mis labios cuando unos cuantos toquidos a la puerta lo hicieron alejarse de mí.

My Favorite NeighborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora