14-. Sus labios

1.5K 98 1
                                    

Sus labios sobre los míos. Dulces y suaves en contraste con su áspera barba. Su cuerpo presionando al mío contra la pared, mientras sus manos ascienden por mi espalda.

Así es como todo debió haber terminado, en cambio, Zayn sólo se marchó sin siquiera mirarme.

Esta vez las lágrimas no salieron y entonces me di cuenta de que por fin había ocurrido, por fin me había quedado vacía. Lo había perdido, lo sabía, lo supe todo este tiempo y ahora ya no había nada más que hacer.

Mientras me dirigía a la escuela decidí llamarle a Liam. No me sentía bien con lo que hice, o mejor dicho, con lo que no hice. No debí irme de Londres sin despedirme de Payne, aun estaba algo molesta con él, pero no se merecía mi actitud.

-No te preocupes. Lo entiendo.

Fue lo primero que él dijo. Pero su actitud aparentemente desenfadada no me hacía sentir mejor en lo absoluto.

-Hablamos más tarde, acabo de llegar a la escuela.

-Okay –colgó sin siquiera esperar mi respuesta.

Afortunadamente hoy no tenía que ver a la maestra Matterazzi en las primeras clases. Después de mi descubrimiento no sería capaz de ser cortes con esa mujer nunca más.

-¡Ragazza! –gritó Sam en cuanto aparecí en el taller de introducción al dibujo.

-Toma –le entregué uno de los vasos de café que había comprado en el camino-. No es de Starbucks, pero cafeína es cafeína aquí y en china.

-Gracias –murmuró antes de darle el primer sorbo-. Me alegra que ya estés aquí. Te has estado perdiendo tu semana.

-¿Mi semana? –lo miré atentamente mientras bebía de mi vaso.

-La segunda semana de cada semestre la escuela recibe a artistas visitantes, críticos y escritores. Los cuales nos dan la oportunidad de trabajar uno a uno con ellos. Este primer semestre los afortunados son los pintores, mientras que los escultores tenemos que esperar hasta el siguiente semestre –entornó los ojos.

-¿Por eso Malik está aquí?

Sam asintió con una sonrisa bastante extraña.

-Él y Giorgio vaya que hacen entretenida la clase de pintura. Ambos se la pasan discutiendo todo el tiempo, es bastante gracioso, te vas a divertí.

El maestro Stefano entró en el aula y afortunadamente venia sólo.

-Muchachos hoy dejaremos la teoría y nos concentraremos en la práctica. Como muchos de ustedes saben el señor Malik aun se encuentra en la escuela interactuando con los futuros artistas, y hoy es el turno de que nos visite. Quiero que cada uno de ustedes haga un dibujo, éste es libre así que expláyense. Tómense todo el tiempo necesario.

El maestro Stefano permaneció atento a nuestros trabajos. Nos daba consejos de cómo mejorar nuestros dibujos y cosas por el estilo. Pero él se marchó cuando las dos horas de su clase se terminaron, y Malik aun no había aparecido.

-Bonito dibujo –alabó Sam mientras yo le daba los últimos toques.

-Muchas gracias –lo miré-. ¿Tú que dibujaste?

Y en su lienzo estaba una flor bastante simple.

-No te ofendas, pero ¿dos horas para eso?

-Nope. Una hora para pensar, otra media para plasmar mi idea y una última media hora para coquetear con las chicas lindas –le guiñó el ojo a una castaña que se encontraba a un par de metros de nosotros.

No pude evitar reír.

-¡Ya está aquí! –los chillidos de las chicas cercanas a mi me pusieron alerta. Él ya había aparecido.

-¡Todos callados! –Exigió Giorgio e inevitablemente me recordó a Zayn. Él solía entrar al salón gritando eso.

No aparté la vista de mi lienzo hasta que escuché mi nombre siendo entonado por aquel calvo hombre.

-¿A qué se debe el honor de su presencia esta mañana señorita Johnson?

-Lamento haberme ausentado estos días, tuve que volver a Londres a arreglar algo de urgencia pero ya estoy aquí.

-¿Y tiene un justificante?

Asentí mientras hurgaba en los bolsillos de mi pantalón. Giorgio se acercó a tomarlo y después de observarlo por un par de minutos me lo entregó.

-Bien. Espero que ya todos tengan sus dibujos listos –murmuró Zayn aún junto a la puerta-. El profesor Di Luca y yo vamos a pasar por sus lugares a calificarlos.

-¿Qué eso no es trabajo del maestro Stefano?

Al escuchar la voz de Sam, quise golpearme la cara con la mano. ¿De verdad, no podía callarse? No es que le tuviera miedo a Zayn, sólo quería que todo estuviera en paz.

-Empezaré con usted –le sonrió Zayn.

Ambos profesores se colocaron frente al lienzo. No duraron demasiado observándolo, pues no había mucho que apreciar.

-Y dime, hijo –murmuró Giorgio-. ¿Cuánto tardaste haciendo esto? ¿10 minutos?

-En realidad fueron 30. ¿Es que acaso no nota las sombras que le agregué bajo los pétalos?

Giorgio suspiró.

-A ver, Violett. Salva a tu compatriota.

Me hice a un lado para que tuviera una mejor vista de mi cuadro.

Giorgio fue el primero en acercarse, Zayn sólo lo miró por un par de segundos y por la expresión que puso supe que no le gustó mi dibujo de Colton.

-El dibujo es bueno –alagó Giorgio y rápidamente Zayn negó.

-La barbilla está muy cuadrada. Hay un exceso de pecas en los pómulos y nariz, y esos labios. Nadie tiene los labios tan grandes.

-¿Qué me dices de Angelina Jolie? –lo cuestionó Giorgio. Y en mi mente apareció Liam, él también tenía unos labios prominentes.

Zayn frunció el ceño mientras Giorgio sonreía.

-El cuadro es muy bueno. Aunque los trazos son bastante burdos.

-Claro que no, los trazos se encuentran bien.

Para mi sorpresa Zayn defendió mi dibujo. Aunque tenía que hacerlo, su ego había salido lastimado, pues había sido él quien me había enseñado aquella técnica.

-¿Usted y yo nunca vamos a ponernos de acuerdo, cierto?

—Pues lo haríamos si usted no se equivocara tanto.

Giorgio pretendió ignorarlo pues una pelea con el prodigioso Zayn Malik no lo haría quedar bien frente a la escuela, así que siguió revisando los cuadros restantes.

My Favorite NeighborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora