104-. Sorpresa, sorpresa.

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No podía estar más feliz. Zayn y yo nos encontrábamos en el mejor momento de nuestras vidas. La suerte por fin nos estaba sonriendo y tras vivir en un continuo caos, ahora nos encontrábamos probando las mieles de la felicidad. En un estado de euforia vimos pasar las siguientes semanas, durante todo ese tiempo no volvimos a saber nada sobre Yaser, y aquel mensaje que prometía ser el inicio de algo maravilloso, quedó simplemente como un descuido propiciado por la vulnerabilidad momentánea de Yaser.

Zayn no volvió a sacar a colación el nombre de Yaser en ninguna de nuestras siguientes conversaciones y quizás fue porque entendió que no había poder humano que hiciera posible un acercamiento entre ambos, o quizás porque Zayn estaba bastante ocupado como para detenerse a pensar en su detractar numero uno.

A raíz de la exposición en Londres, Zayn estaba teniendo más trabajo que nunca, las revistas especializadas en arte se peleaban las unas con las otras por tenerlo en sus portadas. Diversas galerías en Italia se interesaban por sus obras y creaban exposiciones enteras con él como artista principal. Los pasados acontecimientos lograron que en Zayn renaciera el optimismo, algo que podía verse reflejado en sus más recientes obras.

Estaba feliz por Zayn, él merecía todo lo bueno que le estaba ocurriendo, y aún más me llenaba de jubilo el hecho de que él encontrara tiempo para estar conmigo a pesar de todos sus compromisos.

Después de varios días de exámenes, finalmente el semestre terminó y yo me encontraba en la oficina de Balotelli, esperando el resultado de mi última evaluación.

—Felicidades, señorita Johnson, ha logrado cerrar el semestre con un promedio de 9.6.

Si bien no era el diez que prometí obtener al inicio, era una calificación que me permitiría volver a mí hogar y seguir con lo planeado.

—¿Eso significa que el intercambio es un hecho? —pregunté para corroborarlo.

—Así es, a partir de ahora nosotros nos haremos cargo de todo el papeleo así que no se preocupe de absolutamente nada.

—Muchas gracias —me apee sonriendo de oreja a oreja—. Ahora me retiro, debo terminar de empacar.

—Por supuesto —Balotelli se levantó también, tendiéndome una mano—. Fue un placer tenerla en esta institución.

—Gracias por todo, en verdad, sin su ayuda no sé si hubiese sido capaz de lograr volver a casa.

—No fue nada, y agradézcale al señor Malik, él fue pieza fundamental en todo esto.

—Tenga por seguro que lo haré. Felices fiestas —deseé antes de salir.

Afuera aguardaba Zayn, que en cuanto me vio salir sonriendo se acercó a mí y me abrazó.

—Te dije que lo lograrías —murmuró contra mi oído, escuchándose feliz—. ¿Cuánto obtuviste?

—9.6. —me alejé de sus brazos. Entre más oía ese numero, menos me gustaba pues acostumbraba a ser auto-exigente y sabía que podía haberlo hecho mejor; sin embargo, también era consciente de lo complicado que fue adaptarme a este entorno, los problemas que se suscitaron y mis constantes inasistencias a clases, teniendo todo esto en cuanta creo que me fue mejor de lo que merecía.

—No está nada mal —halagó Zayn con una sonrisa—. Apuesto que el próximo semestre te irá mejor.

—Pues con tu ayuda seguramente —sonreí de vuelta y lo besé.

—Dime a donde te apetece ir a celebrar —rodeó mi cintura con su brazo y empezamos a caminar hacia la salida.

—Sorprendeme —incité, echando mano de la coquetería.

My Favorite NeighborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora