91-. Iker

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La labor de búsqueda se extendía en los alrededores de manera sutil con la intención de no alarmar a los residentes más pequeños que eran entretenidos en el comedor por un par de novicias —entre ellas mi niñera.

—Cuéntame, ¿de quien es cumpleaños? —pregunté después de haber recorrido la amplía habitación con la mirada y tras haber reparado en la decoración conformada por globos, serpentinas y demás cosas propias de una fiesta. Algunas veces podía llegar a ser un tanto distraída, utilizaré eso como excusa para justificar mi desatención.

—Del pequeño que desapareció; Iker —respondió desde el extremo opuesto de la habitación en donde colocaba los últimos adornos.

—¿Él suele hacer esto muy a menudo? Me refiero a escapar —precisé a su espalda.

—Por lo general él es bastante tranquilo —respondió caminando de vuelta a mí—. Iker no es como los otros niños, él siempre se encuentra buscando su propio espacio, alejado de los demás, es común observarlo en los rincones dibujando mientras los otros niños corretean de un lado a otro.

La descripción obtenida me hizo pensar irremediablemente en Zayn. No era de sorprender que él se sintiera tan unido a ese pequeño, Zayn seguramente se percibía reflejado en Iker a causa de la similitud entre sus conductas.

Una nueva novicia se adentró en la habitación, dirigiéndose directamente hasta donde se hallaba mi cuidadora. Se susurraron unas cuantas palabras y finalmente vi a ésta última emitir un suspiro en el cual se deshacía de toda la tensión y que al mismo tiempo me sirvió para descifrar lo que ocurría; habían encontrado al pequeño.

Caminé a su espalda mientras me conducía por corredores y grandes habitaciones, hasta llegar al pie de una imponente escalera que conducía hacia los pisos superiores. En las escalinatas aguardaba una multitud, la misma que formaba una especie de circulo entorno a algo.

La figura comenzó a perder su forma y en segundos no era más que un hemiciclo, gran parte de los que conformaron la muchedumbre se habían movido de su sitio, regresando a sus labores y permitiéndome observar aquello que se encontraba en el centro, acaparando la atención de los aún presentes.

La existencia de unos profundos y expresivos orbes azules centralizó momentáneamente mi interés. Recorrí con la mirada el escaso metro y medio perteneciente al niño cubierto de fango que era alejado de mí y llevado al piso superior.

Lo que restaba de la multitud término por dispersarse, dejándome sola con un Zayn en igualdad de condiciones que Iker.

—¿Qué ocurrió? —intenté acercarmele aunque sin mucho éxito. Zayn había retrocedido la misma cantidad de pasos que yo había dado hasta él.

—Estoy lleno de fango, Violett. No quiero ensuciarte —justificó su reacción al contemplar mi desconcierto.

—¿Dónde encontraron a Iker? —quise saber, quizás el conocimiento de tal información me ayudara a entender como él y ese niño terminaron así.

Zayn peinó su quiff con frustración. Sus ojos se cristalizaron al instante, evidenciando el carmesí de éstos al igual que lo hacía —con un tono más bajo— en sus mejillas y en la punta de su nariz.

—En el viejo pozo de agua —respondió con voz estrangulada.

—Zayn, amor... —me acerqué a él sin importarme las consecuencias de abrazarlo. Lo único que me interesaba era reconfortarlo, él parecía estar sufriendo esto más que nadie—, lo ocurrido fue terrible pero afortunadamente Iker está bien...

—Él pudo morir —se lamentó escondiendo su rostro contra mi cuello. Zayn había aceptado mis caricias y era él quien ahora se aferraba a mis brazos—. Los otros niños lo arrojaron apropósito al pozo.

My Favorite NeighborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora