5-. Starbucks

1.3K 91 0
                                    

Louis y yo nos quedamos hasta tarde intentando ver una película en italiano, y sinceramente no supe en qué momento me quedé dormida.

Había despertado algo adolorida pues el sillón resultó ser más incomodo que una cama hecha de clavos, además la mitad del cuerpo de Louis se encontraba sobre el mío.

A pesar de tener tiempo de sobra para llegar a mi nueva escuela no podía evitar correr de un lado a otro mientras me arreglaba y guardaba cosas en mi bolsa.

-¿Violett, ya estás lista?

Lo miré.

-¿Cuándo te bañaste?

-Mientras tú corrías por la estancia sólo con un zapato. Por cierto, aun sólo llevas uno –señaló hacia mis pies.

Corrí de vuelta a mi habitación con Louis caminando detrás de mí.

-Violett, no entiendo porque estás tan nerviosa.

-Ayúdame a encontrar mi zapato, ¿sí? –lo miré de nuevo y él lo sostenía en una mano.

Me levanté del suelo y se lo arrebaté. Y mientras intentaba ponérmelo corría en un pie hasta mi estudio.

-Violett, vas a lastimarte –fue detrás de mí, supongo que para salvarme de una futura caída o para reírse de mí si eso ocurría.

-¿No se me olvida, nada? –giré en mi eje para cerciorarme de ello.

-Violett, ya tienes todo lo necesario. Vámonos –me haló hasta afuera del departamento.

Pero aun había algo que no me gustaba.

-Siento que olvide algo... –lo miré esperando que él supiera que era.

-Tu tranquilidad, pero creo que esa se quedó en Londres...

-Necesito un café.

-Y yo prometo que nos detendremos en el primer Starbucks que encontremos.

Al entrar al ascensor me percaté de la presencia de Colton en una de las esquinas.

-Buenos días –saludó Louis con su típica sonrisa.

-Buenos días.

-Hola –lo saludé y él sólo asintió en mi dirección-. ¿Ya estás listo?

-¿Para qué? –frunció el ceño.

-¿Hoy comienzas a trabajar, no?

-Sí –su sonrisa por fin apareció de nuevo y me hizo sentir muy bien.

-Espero que tengas un buen día.

-Yo espero que también lo tengas –aclaró-, en tu primer día de clases.

-Gracias.

-Disculpa, amigo de Violett...

-Colton –se presentó.

-Louis, mucho gusto –murmuró como si no importara-. Mmm...¿Sabes dónde hay un Starbucks por aquí? Violett muere por uno, y... -comenzó a susurrarle en un tono bastante alto-... se pone muy agresiva cuando no toma café.

-Pues lamento ser yo quien les comunique esto, pero en Venecia no hay Starbucks...De hecho en toda Italia no hay Starbucks.

Miré a Louis.

-Prometo que en mi próxima visita te traeré decenas de bolsas de grano de café de Starbucks –Murmuró mientras me recargaba contra su hombro.

-Si haces eso te voy a amar, Louis.

-Pensé que ya lo hacías –se hizo el ofendido.

-En Italia hay muchas cafeterías, ninguna con tanto renombre como el de Starbucks, pero eso sí, con un mejor sabor. Te lo aseguro.

-Bien, entonces tendré que probarlo.

Las puertas del ascensor se abrieron en el instante que yo embocé una sonrisa. Y después de saludar a Donatella cada quien tomo su camino.

Colton se marchó a la especie de estacionamiento que había detrás del edificio, mientras Louis y yo nos dirigíamos al puente más cercano.

-¿Cuándo te marcharas?

-¿Ya quieres que me vaya? –me miró expectante.

-Sabes que no –lo tomé del brazo-. Pero no me gusta dejarte solo por tanto tiempo.

-No voy a incendiar tu departamento, no de nuevo –murmuró distraídamente.

-Lo sé. Escondí todos los fósforos antes de salir.

Sonrió antes de contestarme.

-El jueves debo reportarme con el club. Pero quiero hacerle una visita a Harry antes de volver a Manchester. Así que me iré mañana por la mañana

Asentí. Después de todo él siempre ha sido y será su favorito, a pesar de que diga todo lo contrario.

-Va a estar muy feliz de verte.

-Más le vale que lo esté –sonrió.

Louis y yo recorrimos gran tramo del camino en silencio.

-Y....

Notaba la incertidumbre en su voz. Sabía que quería decir algo pero no se atrevía a hacerlo.

-¿Sí, Louis?

-¿Has sabido algo de...?

-No –contesté incluso antes de que terminara. Sabía perfectamente a que se refería.

-Lo siento. No debí preguntar.

-Olvídalo.

My Favorite NeighborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora