My Favorite Neighbor

39-. Bésame

Durante 10 minutos intenté hablar con Zayn pero siempre terminaba mandándome al buzón de voz.

-Maldición, Zayn. Llámame en cuanto escuches esto.

Al entrar de nuevo al salón sentí la mirada curiosa de Giorgio por lo cual me obligué a sonreír. Él no tenía porque enterarse de esto.

Dejé de poner atención a lo que sea que estuviera diciendo y me concentré en mi celular. Debía estar atenta por si Zayn me regresaba por lo menos una de las llamadas.

Quizás estaba siendo muy paranoica con todo esto, pero tenía motivos, Zayn era bastante impulsivo y la mayoría de sus acciones eran una reacción de sus emociones.

Alcé la mirada de mi celular cuando escuché como se abría la puerta estruendosamente. Todos observábamos atentamente hacia la entrada en donde se encontraba un chico de rasgos finos y mirada jovial.

-Lo lamento mucho, Giorgio –se excusó con una pequeña sonrisa que hizo que sus rasgos rejuvenecieran.

-Para usted señor Vitalli, soy el profesor D' Luca. Debería recordarlo con facilidad teniendo en cuenta que nuestros nombres resultan similares.

-Lo tengo muy en cuenta, es por eso que creí que habría una especie de camaradería entre nosotros.

-Tome asiento antes de que me arrepienta de dejarlo entrar.

Aquel chico le echó una ojeada al aula y después de no encontrar ningún otro lugar vacio se sentó junto a mí. Y hasta ese momento me percaté de que Sam no se encontraba en ninguno de mis costados. Miré discretamente hacia atrás y lo descubrí en una de las esquinas sentado junto a Clara.

-Hola.

Aquel castaño de corte moderno me saludó con su sonrisa perenne, a lo que yo respondí con un ligero movimiento de cabeza.

***

De nuevo durante el almuerzo me dediqué a mandarle mensajes a Zayn. Era increíble que no me hubiese llamado en todo este tiempo.

Me encontraba sopesando la idea de hablarle a Niall para que fuera a ver si Zayn ya se encontraba en casa, cuando sentí una pequeña sacudida en uno de los brazos.

-¿Te encuentras bien?

Lo miré.

Sam se encontraba completamente solo.

-Sí.

-¿De verdad? Toda la mañana has parecido bastante distraída.

-Estoy bien.

-Después de clases, Clara y yo iremos a comer, ¿quisieras venir con nosotros?

-Agradezco tu invitación pero temo decir que no. Tengo algo bastante urgente que hacer saliendo de aquí.

-Ok, entonces será después. ..

Sam aún no terminaba de hablar cuando un pulcro acento italiano lo interrumpió. Y aquí estaba aquel ojiazul que se había sentado junto a mí en introducción a la pintura.

-Disculpen que los moleste pero me preguntaba si alguno de ustedes sería tan gentil de prestarme los apuntes de la clase de ayer del profesor Stefano.

-Lo siento hermano, no suelo tomar apuntes en clase.

Mientras pensaba en el gran parecido que tenían Louis y Sam, debido a que ambos eran un par de cínicos, rebusqué en mi mochila esperando encontrar la libreta correcta y cuando la encontré se la entregué.

-Gracias. Te la devolveré más tarde. Por cierto, soy Luca.

Extendió su mano y yo la tomé por mera amabilidad.