64-. Es tiempo de jugar

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Tras despedirnos, una última vez, Zayn me condujo hacia la parte trasera de la casa, justo donde aguardaba el helicoptero de Yaser y mi estomago comenzó a contraerse al comprender lo que esto significaba.

—Si esta es tu sorpresa, temo decir que no habrá sexo para ti esta noche —afirmé logrando que Zayn riera alegremente.

Yo no le tenía miedo a volar, de hecho me gustaba demasiado la sensación que acarreaba consigo el despegar los pies de la tierra. Lo que me aterraba de tener que subir a un hélicoptero eran justamente las aspas, ¿qué tal que yo hacía un movimiento inoportuno y era agarradada por una de ellas? Morir decapitada por un hélicoptero sería una muerte bastante ridícula.

—Tu sospresa nos espera en otro lugar, Violett, pero es necesario que subas al hélicoptero si quieres llegar a tiempo —dijo con tono conciliador.

Me encorbé, demasíado a decir verdad, no me importaba si tenía que enterrar mi cabeza en el suelo como lo hacían las avestruces, yo mantendría mi cabeza lo más alejada posible del cielo.

El viaje se sintió demasiado largo como para haber volado solo a Leeds, aunque fue demasiado corto como para haber llegado a Londres, así que cuando el hélicoptero aterrizó en el techo de un edifició me encontraba totalmente perdida.

En la azotea esperaban un hombre y una mujer con un uniformes de recepcionista y botones, respectivamente.

—Bienvenidos, señor y señora Malik...

Últimamente y de forma insistente, las personas se referían a mí de esa manera y creo que terminaría acotumbrandome si no se detenían.

—...la suite presidencial los espera —le hizo una seña a su compañero para que tomara nuestras maletas.

Estaba confundida y bastante desorientada y las acciones de Zayn sólo empeoraban mi estado.

—¿Por qué estamos aquí? —reconsideré mi pregunta cuando estuvimos solos en la habitación—. No, mejor dime dónde estamos.

—Manchester.

Fruncí el ceño y de inmediato me reprendí por no haberme dado cuenta de ello antes. Estúpidos nervios me volvian estúpida.

—Entonces...

—Dije que iba a compensarte por haberme acompañado a ver a mis padres —me recordó—, además sé lo mucho que quieres a Louis y supongo que este es un buen momento para un reencuentro.

—Tú eres un hombre maravilloso —me arrojé a sus brazos, estrechandolo con fuerza.

—Lo sé —me besó—. Ahora demonos prisa si quieres que lleguemos a tiempo para el partido.

***

El tráfico era terrible a esta hora de la noche y había tantos autos en las calles que parecía imposible que el mismo aire pudiese transitar, por suerte, aquel majestuoso inmueble sólo se encontraban a un par de manzanas de distancia.

—Pensé que no vendrían —Mich me abrazó en cuanto estuve de pie frente a ella.

Había tantas preguntas que quería hacer y al parecer la incertidumbre se reflejaba en mi cara pues Niall respondió, algo que yo nunca le pedí pero sin duda agradecía.

—Anoche en Benihana, Zayn nos contó su plan para traerte aquí sin que lo supieras y aceptamos ayudarle.

—¿Cuándo ocurrió? —yo estuve con ellos todo el tiempo y nunca hablaron de eso.

—Cuando fuiste al tocador —respondió Zayn.

—Deja las preguntas, Violett y apresuremonos. El partido está a punto de comenzar —me recordó mi mejor amiga.

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