47-. La llamada

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No podía dejar de dar vueltas a lo largo y ancho de mi cama. Hiciera lo que hiciera no podía dejar de sentirme sola y ni siquiera abrazar a la almohada me ayudó a librarme de esa sensación de vacío.

No cabía duda, extrañaba a Zayn y no me encontraría bien hasta que él estuviera de regreso en mi cama, por fortuna solamente debía soportar una noche más sin su compañía y después todo volvería a ser como antes.

Tras haberlo pensado por varios minutos, decidí levantarme de la cama pues en momentos como este había solo dos cosas que podía llevar a cabo. Una de ellas era pintar –lo cual no me apetecía en este momento- y la otra era tomar un relajante baño de tina, eso me ayudaría a caer rendida en la cama a mi regreso.

Estaba desvistiéndome cuando escuché el vibrar de mi celular sobre la mesa de noche e inmediato me acerqué a tomarlo.

En la pantalla se leí un simple: Zayn. Sin duda alguna debía colocar una fotografía a su contacto, el problema es que no tenía ninguna foto suya. A su regreso eso sería una de las primeras cosas que le pediría.

Atendí la llamada e inmediatamente comencé a hablar.

-Estaba pensando en ti –pero para mi sorpresa el tono de mi voz sonó mucho más sexy de lo que habría planeado.

-¿Enserio? –Murmuró con curiosidad-. ¿Y qué pensabas?

-En lo mucho que me gustaría tenerte en mi cama.

-Entonces estamos pensando en lo mismo.

Sonreí complacida por su respuesta.

-Pero hay un mejor lugar en el cual me gustaría tenerte.

-¿Así? ¿Y cuál es ese lugar?

-Dentro de mí –susurré contra la bocina.

Lo escuché respirar profundamente.

-Harás que salga corriendo hacia Venecia.

-Pues si lo haces te seguro que aquí te estará esperando una vista maravillosa de mí, tendía en la cama... desnuda

Tragó saliva ruidosamente.

-¿Estás desnuda?

-Estaba a punto de tomar una ducha, me encuentro tan caliente ahora mismo y tú eres el único responsable de eso.

-¡Oh, mierda! Violett.

-¿Tienes calor, Zayn? Apuesto a que sí....dime, ¿qué estás haciendo ahora mismo?

-Masturbándome...

Gemí al escuchar sus palabras e inmediatamente mi pulso se aceleró.

-Descríbeme lo que estás haciendo exactamente –rogué con un pequeño gimoteo al final.

-Bien –gruñó levemente-, en este momento estoy masajeando mi pene mientras imagino que son tus delicadas manos las que se encuentran acariciándome, sobándome desde la punta hasta la base.

-Dime más... -musité mientras me lamía los labios.

Zayn continúa describiéndome con detalle hasta el más mínimo de sus movimientos y cuando menos me di cuenta mis gemidos se habían aunado a los suyos. Yo también había comenzado a tocarme conforme él me indicaba.

-Ahora imagina que soy yo quien te está penetrando con uno de mis dedos.

E inmediatamente solté un gemido cuando froté con fuerza uno de mis dedos contra mi clítoris.

-No tienes ni idea de lo mucho me gustaría enterrarme en ti –dejó salir un sonido gutural-, te penetraría tan duro, Violett, que sentirías como te partes en dos...

Mientras escuchó a Zayn diciéndome todo eso, introduzco otro par de dedos en mi vagina hasta abarcar todo el espacio posible, pero eso no es suficiente, ni metiendo todos los dedos de mis manos alcanzaría la sensación que Zayn con su miembro de extensas magnitudes me proporciona en cada una de su embestida.

-...Te haría gritar mi nombre tan fuerte que nunca más podrías pronunciar el de nadie más.

-¡Oh...Zayn! –gritó a propósito para que él pueda escucharme.

-Se me hace agua la boca de tan solo imaginarte, Violett, debes encontrarte tan húmeda ahora mismo.

Pasé saliva mientras intentaba que las palabras salieran nuevamente. Me encentraba tan extasiada que lo único que podía hacer era gemir.

-No tienes ni idea de cuánto...

-Me encantaría lamerte, saborearte hasta dejarte completamente seca, ¿te gustaría que te hiciera eso?

-Sí –contestó con apenas un hilo de voz.

Zayn continuaba describiendo todo lo que me haría al estar de regreso en casa cuando lo escuché gruñir nuevamente. Él había logrado eyacular, así que aceleré mis movimientos y hundí aun más mis dedos en el interior de mi vagina y su nombre entre cortado fue lo único que salé de mis labios mientras el orgasmo comienza a sacudirme.

La línea queda en silencio por varios, minutos pero aun puedo distinguir su irregular respiración en sincronía con la mía.

Humedezco una vez más mis labios y me dispongo a pronunciar algo cuando la ronca voz de Zayn atraviesa la bocina del teléfono.

-Prometo regresar pronto a casa.

-Nada me haría más feliz que eso, Zayn.

Tras haber cortado la llamada me dirigí a la bañera y mientras el agua tibia hacía contacto con mi piel los recuerdos regresaron a mí.

Sin duda alguna la niña que solía ser antes de Zayn ahora era toda una mujer. El me había transformado de maneras impensables. Me había enseñado lo que era el verdadero amor, el deseo desenfrenado. El me hacía sentir viva con tan solo una mirada y admito que eso me asustaba algunas veces. Me asustaba amarlo tanto pero afortunadamente el me correspondía.

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