Todos los niños reían por un chiste que Liam les había contado. Él parecía tan feliz al dar clases, esto era su vida y lo disfrutaba tanto. Y siendo sincera, me hubiese gustado tener un maestro como él cuando asistí a la primaria.
Toqué con suavidad a la puerta después de observarlo por unos cuantos minutos.
-Profesor Payne, lo busca una señorita –anunció una pequeña rubia de ojos verdes.
Liam estaba revisando la tarea de un pequeño niño cuando giró ligeramente la cabeza hacia la entrada.
-¿Violett? –Su ceño dejó de fruncirse en el mismo instante en el que se encontró frente a mí-. ¿Qué haces en este lugar, linda? –me sostuvo fuertemente entre sus brazos.
-Surgió un asunto que debo solucionar.
-Me alegra que estés aquí. Tenía tantas ganas de verte.
Liam me soltó únicamente cuando los niños de su clase empezaron a canturrear "son novios, son novios". Reí. No entendía porque siempre había alguien que creía que Liam y yo éramos algo más que amigos.
-Niños, ahora regreso –avisó antes de salir al pasillo-. ¿Por cuantos tiempo vas a quedarte?
-Solo un par de días.
-¿Tienes en donde quedarte? Si no es así, sabes que puedes quedarte conmigo... –interrumpí su ofrecimiento.
-Liam, te lo agradezco, pero me estoy quedando con Mich y Niall, aunque no me gusta la idea de invadir su espacio –reí incomoda.
Liam me abrazó de nuevo.
-De verdad, me alegra verte.
-A mi igual. Aunque debemos hablar.
Se alejó de mí y parecía algo nervioso.
-Ahora no puedo...
-Lo sé. Iré a tu departamento por la tarde.
Asintió torpemente.
-Bien, te estaré esperando.
Besé su mejilla antes de marcharme.
Al salir de la escuela hice que un taxi se detuviera y lo guié hasta la casa de mamá. Extrañaba tanto Londres, sus calles, creo que eso era lo que más echaba de menos. El asfalto, los autos, el tráfico.
-Hemos llegado, señorita –avisos gentilmente el conductor.
-Muchas gracias –murmuré al salir del auto.
Caminé lentamente hasta la entrada. Ni siquiera sabía que hacía aquí, si papá me veía –lo cual ocurriría, pues su auto aun se encontraba estacionado afuera de la chochera- seguro me echaría de aquí.
Estaba a punto de tocar a la puerta cuando ésta fue abierta.
-¿Qué haces aquí? –su entrecejo se encontraba fruncido, desde hace algún tiempo esa era su única expresión.
-Vengo a hablar con mamá.
-Ella no está.
-¿Puedo entrar? –pregunté al ver que él se mantenía con firmeza en la entrada.
-No. Esta ya no es tu casa, Violett. Si quieres hablar con ella tendrá que ser por teléfono.
-¡Violett! –Incluso antes de poder ver a mamá, ella ya me tenía entre sus brazos-. ¿Cómo estás cariño? ¿Qué tal te ha ido en la escuela?
-Bien, mamá, la universidad es un lugar maravilloso.
-Me alegro tanto –besó mi mejilla sonoramente.
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My Favorite Neighbor
Фанфик¿Cuánto tiempo puede resistir el amor a la distancia? O mejor aún, ¿cuánto puede resistir al abandono? Violett está segura que toda una vida. Pero toda su vida da un giro de 180º cuando decide ir al Liceo De Artes De Venecia y conoce a su nuevo veci...