-Entonces... ¿pasaste toda la noche en la cúpula?
Y mientras observaba como él me preparaba aquel prometido Kebab especial, la verdad me fue develada.
-Así es. Sé que no debí irme sin decir algo pero necesitaba pensar y ese lugar me tranquiliza.
-Eres increíble.
-Eso es un halago pero tú no haces que suene como tal.
Me entregó un plato con varias brochetas de pollo, y luego se sentó frente a mí en la barra del desayunador.
Zayn parecía feliz. Podía ver su sonrisa y otros signos que indicaban su alegría, pero aquella algarabía no alcanzaba a llegar a sus ojos. Y yo sabía por qué.
-¿Ya llamaste al número que te entregué en la tarjeta?
-No.
Admito que su respuesta me sorprendió. Creí que él sería el principal interesado en solucionar este asunto.
-¿Puedo preguntar por qué?
Suspiró mientras se acomodaba en su silla.
-He renunciado, Violett.
-¿De qué estás hablando?
-No creo poder sobreponerme a lo ocurrido
-Zayn...
Él no me dejó continuar.
-Tú misma viste mi última exposición. Fue un rotundo fracaso.
-Te sabotearon.
Y no hablaba sólo del padre de Matterazzi, sino también del mío propio.
-Ya no importa.
-Escucha, tú no vas a renunciar a lo que eres. El arte lo llevas tatuado hasta en la piel.
Y para enfatizar en aquella última frase, tomé uno de sus brazos y toqué los tatuajes que había en el.
-Y yo me voy a encargar de arreglar todo esto.
-Te lo agradezco, cariño, pero...
-Compláceme, ¿sí?
-¿Qué acaso no lo hago ya? –arqueó una ceja al mismo tiempo que embozaba una sonrisa picara.
Vaya. Una hora y media sin hablar de nada con connotación sexual. Había roto su propio record. Pero no iba a salirse por la tangente, hoy no.
-Habla con esa mujer, Zayn, y veamos si ella puede ayudarnos.
-¿Y qué sí no puede ayudarnos?
-Pues algo se nos ocurrirá pero esto va a funcionar, puedo sentirlo.
-Bien, hablaré con ella.
-Haremos más que eso, Zayn. Iremos a verla a Londres.
-Violett...
-Lo tengo todo planeado. Pensaba ir a Inglaterra este fin de semana pero las cosas se complicaron un poco, así que tú y yo iremos el próximo viernes.
-Eres tan terca.
-Es porque esto realmente me importa, Zayn.
-Está bien.
Y aunque él no parecía tan convencido, que aceptara lo que le pedía era un completo logro.
-Estas brochetas están deliciosas.
Zayn rió.
-Es Kebab, Violett, y me alegra que te gustara.
-Sé que es Kebab, sólo que no encontré por ningún lado lo "especial" que prometías.
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My Favorite Neighbor
Hayran Kurgu¿Cuánto tiempo puede resistir el amor a la distancia? O mejor aún, ¿cuánto puede resistir al abandono? Violett está segura que toda una vida. Pero toda su vida da un giro de 180º cuando decide ir al Liceo De Artes De Venecia y conoce a su nuevo veci...