Al otro día, a las 6 de la mañana, Oscar se había levantado para ir al baño, cuando volvió, vio a Román despertándose, el chico le preguntó:
—¿A dónde habías ido?
A diferencia de la noche pasada, Oscar esta vez le pudo responder:
—Fui al baño.
—¿Te vas a volver a dormir?— le preguntó Román.
—Si —le dijo Oscar bostezando— Si las chicas siguen dormidas, voy a dormirme de nuevo, creo que aún es muy temprano.
—Yo también me voy a volver a dormir —le dijo Román.
Ambos chicos se acostaron y se volvieron a quedar dormidos.
Luego de dos o 3 horas aproximadamente, Román se volvió a despertar, en eso, va entrando a la casa, el papá de Román, el chico se asusta y grita, despertando a los otros 3 los cuales también se espantan y gritan.
—¿Por qué gritas? —le dice su papá.
—Me asustaste —le respondió el chico.
Los 3 chicos también se levantan ya más tranquilos al descubrir quién los visitaba.
—Vámonos a la casa —les dice el señor.
Los 4 chicos se levantaron, se alistaron y fueron a la casa de Román, en el camino le comentaban al papá de Román sobre lo sucedido la noche pasada. Al final del relato, el padre les dijo:
—Lo debieron haber soñado.
—Pero no fue un sueño —le dijo Oscar.
—No nos cree —dice Román— Olvídalo, para que luego no digan que estamos locos.
—Está bien —le dijo Oscar.
Los chicos llegaron a casa y desayunaron. Luego se pusieron a jugar. A la una de la tarde, la familia de Oscar se despedía de todos para irse a su casa.
—Nos vemos luego —les dijo Oscar a los otros chicos.
—Si —le dijo Román— Cuídate.
Posteriormente, las chicas también hicieron lo mismo:
—Nos tenemos que ir a nuestra casa.
—Si —le dice Mariela— Ya es tarde.
—Las acompaño— se ofreció Román.
Los 3 chicos caminaron y a medio camino Areli se adelantó, sin tomar importancia a esto, los otros dos chicos siguieron caminando.
—Tu primo me cayó bien— le platicó Mariela.
—Si —le dijo Román— Siempre sucede así, tiene mucha suerte con las mujeres.
—¿Tú crees que lo que pasó ayer haya sido verdad? —le preguntó la chica.
—No lo sé —le contestó el chico— Pero fue muy real como para que fuera un sueño.
—Pues yo quiero creer que fue un sueño —le dijo ella— Porque sí me dio miedo, pero hasta eso fue interesante.
—Cierto —afirmó Román.
Los dos chicos llegan a casa de Mariela y el chico le dice:
—Gracias por venir a mi fiesta.
—Gracias a ti por todo lo que pasó —le dijo la chica.
—Aunque no lo tenía planeado —comentó Román— Pero supongo que estuvo bien.
—Nos vemos en la escuela —le dice Mariela y le da un beso en el cachete que deja a Román sonrojado.
—Gracias —alcanza a decir Román antes de que Mariela entre a su casa y no lo escuche.
El chico vuelve a su casa sonriendo y evidentementefeliz, de que al parecer, todo salió bien._&?O
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Saga de Román
AdventureRomán, un chico que parece llevar una vida como la de cualquier chico de su edad, pronto descubre que quizá su vida no es tan normal. Fantasmas, terroristas, monstruos, reyes y científicos locos, toda una pléyade de villanos que a su par...